La voz de las mujeres debe ser escuchada para garantizar la continuidad de la democracia. Cada vez que una mujer candidata o aspirante es agredida, amenazada con violencia y se le niega su derecho como ganadora de una elección por hacer trampa, se convierte en parte del problema en lugar de ayudar a resolver algo Cuando estas cosas suceden en México se refleja en todo nuestro país cuya imagen nunca recibirá atención positiva a nivel internacional hasta que dejemos de permitir que silencien la participación femenina en todos los niveles, incluyendo los puestos de gobierno donde los políticos masculinos se aprovechan cuando las mujeres no pueden hablar en contra del trato injusto sin temer por su seguridad.
Miguel Mosqueda Saldivar
Periodista Independiente
México, Entretenimiento, Viaje, Negocios y Política