Arancel de 17% a jitomate: Nueva tensión con EU

Economía

La relación comercial entre México y Estados Unidos enfrenta un nuevo y significativo episodio de tensión.

A partir de este lunes, 14 de julio, las exportaciones de jitomate mexicano a Estados Unidos están sujetas a un arancel del 17%. La confirmación, emitida por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, marca el fin del Acuerdo de Suspensión del Tomate que reguló este comercio por décadas y abre un capítulo de incertidumbre para uno de los productos de agroexportación más importantes de México. Sin embargo, la perspectiva del gobierno mexicano es de firmeza estratégica: Ebrard confía en que esta medida tendrá una «repercusión inmediata» en la economía estadounidense, lo que se convertirá en la principal palanca de negociación para México.

El Arancel al Jitomate: Un Golpe a la Agroexportación

La imposición de este arancel no es una medida menor. El jitomate es uno de los pilares de la exportación agrícola de México, con un valor que superó los 2,700 millones de dólares en 2023, siendo Estados Unidos el destino de casi el 99% de estas ventas. La medida, por lo tanto, impacta directamente a miles de productores en estados como Sinaloa, Jalisco y San Luis Potosí, y pone en riesgo una cadena de suministro que ha abastecido al mercado norteamericano durante todo el año.

Históricamente, este comercio estaba regulado por el «Acuerdo de Suspensión del Tomate», un pacto que se renovó por última vez en 2019. Este acuerdo evitaba la imposición de aranceles antidumping a cambio de que los productores mexicanos se comprometieran a vender por encima de un precio de referencia. La administración de Donald Trump, argumentando que el acuerdo no protegía suficientemente a los productores de Florida, decidió no renovarlo, activando así automáticamente los aranceles.

La Estrategia de México: Presión Económica y «Sangre Fría»

Frente a la entrada en vigor del gravamen, la estrategia del gobierno mexicano, delineada por el secretario Marcelo Ebrard, se basa en una combinación de negociación diplomática y la confianza en las leyes del mercado.

  1. «Repercusión Inmediata» en Estados Unidos: La tesis central de México es que este arancel será contraproducente para la economía estadounidense. Se prevé un aumento inmediato en el precio del jitomate para el consumidor final en supermercados y restaurantes. La dependencia del mercado estadounidense del jitomate mexicano es enorme (cerca del 70% del consumo), y la producción local no tiene la capacidad de cubrir esa demanda, especialmente fuera de temporada. Esta inflación en un producto básico, argumenta México, generará presión interna de los consumidores y distribuidores sobre la Casa Blanca.
  2. El Poder del «Principal Socio Comercial»: Ebrard enfatizó que la posición de México como el principal socio comercial de Estados Unidos es «la mayor protección» para su economía. La interconexión es tan profunda que las afectaciones no se limitan a un solo producto. Esta realidad económica, insiste el gobierno, da a México un peso específico en la mesa de negociación que otros países no tienen.
  3. Negociación con «Sangre Fría y Perseverancia»: Lejos de una escalada retórica, la instrucción es mantener la calma y la firmeza. A partir de mañana, martes 15 de julio, inician los trabajos formales con la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR). El objetivo es claro: usar los argumentos del impacto económico para negociar un nuevo acuerdo que reduzca o, idealmente, elimine el arancel. Ebrard reconoce que la relación con la actual administración estadounidense será de «tensión todo el tiempo» y llena de «imprevisibles».

El Panorama General: La Amenaza del 30% y la Negociación

Este conflicto sectorial con el jitomate no ocurre en un vacío. Se enmarca en una amenaza mucho mayor: la posibilidad de que el presidente Trump imponga un arancel generalizado del 30% a todos los productos mexicanos a partir del 1 de agosto. Esta es la «guerra comercial» que México busca evitar a toda costa.

En este frente, la presidenta Claudia Sheinbaum ha expresado un cauto optimismo, confiando en que se logrará un acuerdo antes de la fecha límite. Incluso mencionó que su administración ha llegado «prácticamente a un acuerdo» en temas de seguridad con el gobierno de Trump, lo que podría interpretarse como un gesto para demostrar que la cooperación en otras áreas puede facilitar un entendimiento en el ámbito comercial. Esta dualidad en los mensajes —la firmeza técnica de Ebrard y el optimismo político de Sheinbaum— parece ser parte de una estrategia coordinada para manejar la compleja relación.

¿Puede la Estrategia de México Funcionar?

La estrategia mexicana de apelar al pragmatismo económico tiene fundamentos sólidos. Los datos respaldan que un arancel al jitomate elevará los precios para el consumidor estadounidense y afectará a toda la cadena de distribución. En una negociación puramente económica, México tendría argumentos muy fuertes.

Sin embargo, el principal riesgo de esta estrategia es la naturaleza de la política comercial de la administración Trump. Sus decisiones a menudo responden más a una lógica política interna y a la necesidad de proyectar una imagen de fuerza ante su base electoral, que a un análisis de costo-beneficio económico. La «imprevisibilidad» que menciona Ebrard es el factor que podría desbaratar la estrategia. Mientras se negocia, los productores mexicanos deben absorber el costo del arancel, lo que podría causar pérdidas significativas si el proceso se alarga.

Entre la Batalla del Jitomate y la Amenaza de una Guerra Comercial

México se encuentra en una encrucijada crítica. La imposición del arancel al jitomate es la primera batalla tangible dentro de un clima de amenaza de una guerra comercial total. La respuesta del gobierno mexicano es clara: pagar el gravamen bajo protesta mientras se despliega una ofensiva diplomática y económica para demostrar que la medida es un error estratégico que daña a ambos lados de la frontera.

El resultado de las negociaciones sobre el jitomate que inician esta semana será un termómetro crucial. Un éxito en este frente podría sentar un precedente positivo y allanar el camino para desactivar la amenaza de los aranceles generalizados del 1 de agosto. Un fracaso, por otro lado, podría ser el preludio de un conflicto comercial de consecuencias impredecibles para la economía de toda Norteamérica. La «sangre fría y la perseverancia» serán, en efecto, los activos más valiosos de México en las próximas semanas.