La victoria de Donald Trump en las elecciones de EEUU de 2024 no se explica simplemente por la movilización de su base tradicional.
Un revelador y profundo estudio del Pew Research Center demuestra que su regreso a la Casa Blanca, esta vez con una histórica victoria en el voto popular sobre Kamala Harris, fue impulsado por un cambio tectónico en la demografía electoral. El hallazgo más significativo es el avance sin precedentes de Trump en el apoyo de las minorías étnicas, un realineamiento que desafía décadas de supuestos políticos y que fue clave para su triunfo.
La Clave del Triunfo: El Sorprendente Voto de las Minorías
El análisis detallado del electorado de 2024 realizado por el Pew Research Center, que ha seguido al mismo panel de votantes desde 2016, ofrece una visión clara del cambio. Mientras que en campañas anteriores se asumía que una alta participación de las minorías beneficiaría abrumadoramente al Partido Demócrata, los resultados de 2024 destrozaron esa premisa.
- El Voto Hispano: Un Vuelco Histórico El avance más espectacular de Trump se produjo entre los votantes hispanos. Consiguió el 48% del voto hispano, un salto masivo de 12 puntos en comparación con el 36% que obtuvo en 2020. Kamala Harris, por su parte, solo obtuvo el 51%, una mayoría muy estrecha en un grupo demográfico que antes era considerado un bastión demócrata casi inexpugnable. Este cambio sugiere que los mensajes de Trump sobre la economía, la seguridad fronteriza o los valores conservadores resonaron con una porción significativamente mayor de la comunidad latina.
- Votantes Afrodescendientes: Avances Significativos Aunque la mayoría del voto afrodescendiente se mantuvo con el Partido Demócrata, el avance republicano fue notable. Trump capturó el 15% del voto negro, casi duplicando el 8% que consiguió hace cuatro años. Este incremento de siete puntos, aunque sobre un porcentaje menor, fue crucial en estados con márgenes ajustados y señala una erosión en el apoyo monolítico que los demócratas solían disfrutar en esta comunidad.
- Votantes Asiáticos: Crecimiento Sostenido La tendencia se repitió entre los votantes de origen asiático. Trump aumentó su apoyo en diez puntos, pasando del 30% en 2020 al 40% en 2024. Este crecimiento demuestra una capacidad para atraer a un electorado diverso, a menudo enfocado en temas de oportunidades económicas, educación y seguridad pública.
Radiografía del Electorado de 2024: Las Otras Claves de la Victoria
Más allá del voto de las minorías, el estudio del Pew Research Center confirma y profundiza otras tendencias que definieron el triunfo de Donald Trump.
- La Brecha Educativa se Consolida: La división entre votantes con y sin estudios universitarios sigue siendo uno de los predictores más fiables del comportamiento electoral en Estados Unidos. Trump volvió a dominar entre quienes no tienen un título universitario, obteniendo el 56% de su apoyo, frente al 42% de Harris. Esta coalición de la clase trabajadora sigue siendo el núcleo duro de su base.
- El Dominio en el Voto Rural: La polarización geográfica se hizo aún más evidente. Trump obtuvo una ventaja abrumadora de 40 puntos en las zonas rurales (69% vs. 29% de Harris). En contraste, las zonas urbanas se mantuvieron firmemente demócratas (65% para Harris vs. 33% para Trump), dibujando un mapa político de dos Américas cada vez más distanciadas cultural y políticamente.
- El Factor Religioso y de Género: La fe sigue siendo un motor del voto republicano. Dos tercios de los votantes que asisten a servicios religiosos regularmente apoyaron a Trump. Además, el expresidente logró una ligera ventaja entre los hombres menores de 50 años, con un 49% de su voto, un grupo demográfico clave y a menudo indeciso.
La Batalla por los Nuevos Votantes y el Mito de la Participación
Uno de los hallazgos más reveladores del estudio se centra en la dinámica de la participación electoral. Tradicionalmente, se asumía que una mayor afluencia a las urnas beneficiaría a los demócratas. El análisis de 2024 sugiere que esa era ha terminado.
- Nuevos y Retornantes, Clave para Trump: El grupo de personas que no votaron en 2020 pero sí lo hicieron en 2024 se inclinó decisivamente por Trump, con un 54% frente al 42% que apoyó a Harris. Esto indica que la campaña republicana fue mucho más efectiva en movilizar a votantes desencantados, así como a nuevos votantes jóvenes.
- Los No Votantes ya no son Demócratas: El estudio también consultó a quienes no votaron. A diferencia de 2020, cuando la mayoría de los no votantes se inclinaban por Biden, en 2024 sus preferencias estaban divididas: un 44% habría apoyado a Trump y un 40% a Harris. La conclusión del Pew Research Center es contundente: un aumento en la participación probablemente no habría cambiado el resultado de la elección.
Análisis Político: Implicaciones para el Futuro de Ambos Partidos
Las conclusiones de este estudio tienen implicaciones profundas y transformadoras para el futuro de la política estadounidense.
- Para el Partido Republicano: Donald Trump no solo ganó la elección, sino que potencialmente ha trazado un nuevo mapa para una coalición ganadora: una alianza multiétnica y de clase trabajadora. El desafío para el partido es monumental: ¿es este un fenómeno ligado exclusivamente al carisma y la figura de Trump, o pueden replicar este éxito y consolidar a estos nuevos votantes en su base de forma permanente?
- Para el Partido Demócrata: Estos resultados representan una crisis existencial. La «coalición arcoíris» que los llevó al poder en el pasado se está fracturando visiblemente. Ya no pueden dar por sentado el voto de las comunidades hispana y afrodescendiente. Necesitan realizar un profundo ejercicio de autocrítica para entender por qué su mensaje económico y cultural está perdiendo terreno. La desconexión con una porción creciente del electorado de minorías y de la clase trabajadora es la amenaza más grave para su viabilidad futura.
Un Nuevo Mapa Electoral para Estados Unidos
Las elecciones de EEUU de 2024, analizadas con la precisión del Pew Research Center, serán recordadas como un punto de inflexión. Marcan el momento en que las viejas certezas sobre la demografía electoral estadounidense quedaron obsoletas. Donald Trump logró la victoria no solo energizando a sus seguidores de siempre, sino también atrayendo a segmentos de la población que tradicionalmente le eran esquivos.
El panorama político ha sido redibujado. Los demócratas enfrentan la tarea urgente de reconectar con su base histórica, mientras que los republicanos tienen ante sí la oportunidad de construir una nueva mayoría duradera. Estados Unidos ha entrado en una nueva era política, más compleja, impredecible y que obliga a ambos partidos a reescribir sus estrategias desde cero.
