En un giro sorprendente, el gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, ha anunciado que ha obtenido un amparo legal para protegerse a sí mismo y a su familia de lo que él describe como una «persecución política» por parte del PRI y el PAN. García Sepúlveda afirma tener información anónima que sugiere que ambos partidos planean atribuirle acusaciones falsas.
En una declaración pública, el mandatario estatal reveló que ha enfrentado presiones para que renuncie a su aspiración a la Presidencia en 2024. Según García, incluso ha recibido amenazas por parte de la Policía Ministerial, que le habrían instado a «dejar de ‘mamadas'» y negociar con los ‘jefes’ políticos. Adicionalmente, se le habría advertido que las acciones en su contra aumentarán si no coopera y que él y su familia podrían verse afectados.
Este amparo, obtenido el pasado 14 de septiembre, coincide con acusaciones públicas realizadas por líderes del PAN, PRI y PRD, así como alcaldes y legisladores de estos partidos, quienes acusan a Samuel García de llevar a cabo una persecución política en su contra. También han denunciado que el gobernador de Nuevo León utiliza tácticas de violencia, intimidación y acoso contra los legisladores para lograr sus objetivos.
El fallo del amparo protege a García Sepúlveda, a sus padres, hermanos, esposa, suegros, cuñados y concuño de la ejecución de órdenes de aprehensión y audiencias en procesos penales. Además, se les permite el acceso a todas las carpetas de investigación en su contra y la de sus familiares, según una fuente cercana al caso.
Este acontecimiento marca un nuevo capítulo en la compleja relación entre Samuel García Sepúlveda y los partidos políticos opositores, y plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la justicia y la política en Nuevo León.