El general Michael Flynn aceptó que mintió a los agentes del FBI que lo interrogaron sobre sus contactos con los rusos, previos y posteriores a las elecciones presidenciales de noviembre de 2016, al declararse culpable del delito de perjurio en el caso “Rusiagate”.
Con su declaratoria ante un juez de la Corte Federal del Distrito de Columbia, Flynn admitió que ocultó información sobre lo que habló con emisarios del gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin.
Flynn, quien fungiera como jefe del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca durante el primer mes de la presidencia de Donald Trump, llegó a la Corte Federal acompañado de su equipo de asesores legales y escoltado por agentes federales. Horas antes, el Departamento de Justicia le había notificado sobre su acusación formal y de la audiencia ante el magistrado federal a la que tenía que asistir.
Minutos después de su entrada la Corte, Flynn aceptó ante el juez el cargo de perjurio que le imputó el Departamento de Justicia. En la breve audiencia, el exfuncionario de la Casa Blanca se limitó a responder “sí” o “no” a las preguntas que le formuló el magistrado.

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