Sheinbaum a Chicharito: «Es una idea machista»

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Un debate nacional sobre machismo, feminismo y los roles de género ha sido encendido.

La presidenta Claudia Sheinbaum y el futbolista Javier «Chicharito» Hernández. Después de que el deportista publicara videos promoviendo ideas sobre la mujer centradas en el cuidado del hogar como su «energía femenina», la mandataria federal utilizó su conferencia de prensa para refutar directa y contundentemente estas nociones, calificándolas de «muy machistas». El intercambio ha trascendido la anécdota para convertirse en una conversación de alto perfil sobre los avances y las resistencias que enfrenta la igualdad de género en el México contemporáneo.

El Origen de la Polémica: Los Videos de «Chicharito»

La controversia comenzó cuando el futbolista Javier Hernández compartió en sus redes sociales una serie de reflexiones sobre las relaciones de pareja y los roles de género. En los videos, «Chicharito» expuso una visión que fue rápidamente criticada por miles de usuarios como retrógrada y misógina. Sus argumentos principales fueron:

  • La «Energía Femenina» en el Hogar: Hernández sugirió que las mujeres «están fracasando» al intentar «erradicar la masculinidad» y que deberían «encarnar su energía femenina» a través del cuidado y la limpieza del hogar, espacio que describió como «un templo» y «el lugar más preciado para los hombres».
  • Crítica a la Independencia Femenina: Cuestionó a las mujeres que desean un «hombre proveedor» pero consideran que «limpiar es opresión patriarcal», calificando la postura de «interesante».
  • Llamado a la Sumisión: Hizo un llamado explícito a las mujeres a «permitirse ser lideradas por un hombre», mientras pedía a los hombres asumir un rol de liderazgo y compromiso.

Estas declaraciones provocaron una condena generalizada, al ser interpretadas como un ataque directo a décadas de lucha feminista por la autonomía y el reconocimiento de los derechos de las mujeres.

La Respuesta Presidencial: «Las Mujeres Podemos Ser lo que Queramos Ser»

Cuestionada sobre el tema en su conferencia de prensa en Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum no evadió la controversia. Su respuesta fue una clase magistral de cómo confrontar una idea sin lanzar un ataque personal, separando al deportista de sus opiniones.

  1. Reconocimiento y Crítica: Inició reconociendo la trayectoria del futbolista («Es muy buen futbolista, ‘El Chicharito’»), para luego pivotar directamente a la crítica de sus ideas: «…pero en el caso de su opinión respecto a las mujeres, pues yo creo que todavía tiene mucho que aprender».
  2. Argumento de Igualdad Constitucional: La presidenta no basó su réplica en una opinión personal, sino en el marco legal y filosófico del país. «Ya está en la Constitución y se llama igualdad sustantiva», afirmó, recordando que la ley garantiza la igualdad en el acceso a todos los derechos para hombres y mujeres.
  3. El Poder del Ejemplo Personal: El momento más contundente de su respuesta fue cuando utilizó su propia vida para demoler la idea de que los roles femeninos son excluyentes. «Soy mamá, soy abuela, también ama de casa, ¿por qué no?, pero también soy comandanta suprema de las Fuerzas Armadas. Las mujeres podemos ser lo que queramos ser». Esta frase encapsula una visión moderna de la identidad femenina, donde la vida privada y la pública, el cuidado y el liderazgo al más alto nivel, no solo son compatibles, sino que coexisten en una misma persona.
  4. Defensa de la Elección: Sheinbaum fue cuidadosa en no devaluar el trabajo del hogar, sino en defenderlo como una elección libre. «Claro que amamos a nuestras familias», dijo, pero el rol de la mujer en casa «no es ni debe ser generalizado, salvo que las mujeres así lo quieran y decidan».

Finalmente, calificó la opinión de Hernández sin rodeos —«Es una idea pues muy machista, la verdad, vamos a decirlo con su nombre»— e hizo un llamado a «todos los hombres de nuestro país pues reconozcan a las mujeres como personas».

Dos Visiones de México en Colisión

El intercambio entre Sheinbaum y Hernández es sintomático de una profunda tensión cultural en la sociedad mexicana. No se trata solo de dos opiniones opuestas, sino de dos visiones del mundo que colisionan.

  • El «Nuevo Machismo» Conservador: La retórica de «Chicharito» es representativa de una corriente de pensamiento que ha ganado tracción en ciertos espacios de internet. A menudo se presenta envuelta en un lenguaje de autoayuda, espiritualidad o «energías» masculina y femenina, pero en el fondo promueve una restauración de los roles de género más tradicionales. Es un machismo que se moderniza en su forma, pero no en su fondo, y que busca presentar la subordinación femenina como una elección «natural» y empoderadora.
  • El Feminismo Institucionalizado: La respuesta de Claudia Sheinbaum representa la postura del feminismo que ha logrado permear en las instituciones del Estado. Como primera mujer en ocupar la presidencia de México, su rol es único. No habla solo como mujer, sino como la máxima autoridad del país, defendiendo un proyecto de nación basado en la igualdad consagrada en la Constitución. Su decisión de usar esta plataforma para confrontar directamente el discurso machista es una declaración política de primer orden.

Más que una Polémica, un Debate Nacional Necesario

La controversia generada por «Chicharito» Hernández y la contundente respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum ha resultado ser un catalizador inesperado para un debate nacional fundamental. Ha puesto sobre la mesa las ideas retrógradas sobre los roles de género que aún persisten en la sociedad, y al mismo tiempo, ha mostrado la fuerza de una visión de país que aboga por la igualdad de género desde la más alta esfera del poder.

Este episodio demuestra que la lucha contra el machismo no se libra únicamente en las calles o en los espacios académicos, sino también en la arena pública, donde las palabras de figuras influyentes tienen un peso enorme. La intervención de la presidenta no solo validó la indignación de miles de mujeres, sino que utilizó el momento para impartir una lección de civismo y para reafirmar que, en el México del siglo XXI, el único destino para las mujeres es el que ellas mismas elijan.