Estados Unidos vuelve a vivir la pesadilla de un tiroteo masivo: esta vez en un hospital de Oklahoma donde, según las autoridades, una persona abrió fuego el miércoles matando a cuatro personas.
El sospechoso, Louis Webber era un paciente del Dr. Phillips que había llamado varias veces durante varios días quejándose de dolor y buscando tratamiento adicional según el jefe de policía Wendell Franklin . Se cree que atacó violentamente a su cirujano con un motivo aparente que aún no ha sido revelado por razones que quizás nunca sepamos ya que ocurrió hace tanto tiempo.
Cuando la policía llegó al lugar del tiroteo del Dr. Phillips, encontró a Louis muerto en el hospital con una carta que llevaba el atacante, que dejaba claras sus intenciones de matar a cualquiera que se interpusiera en su camino; Franklin dice que las autoridades descubrieron más tarde que no se trataba de un incidente aislado: lo mismo ocurrió la semana pasada, cuando el consultorio de otro médico recibió amenazas que también resultaron ser verdaderos crímenes con armas de fuego.
Miguel Mosqueda Saldivar
Periodista Independiente
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