El caso de la influencer Valentina Gilabert, quien fue brutalmente apuñalada en febrero, ha llegado a su fin.
La resolución no ha sido una larga sentencia de cárcel para su agresora, Marianne Gonzaga, sino su liberación bajo estrictas condiciones y, de manera aún más impactante, un mensaje de perdón por parte de la víctima. A través de un video, Gilabert confirmó que la salida de Gonzaga fue el resultado de un acuerdo entre ambas partes, cerrando un capítulo legal que mantuvo en vilo a la opinión pública y abriendo un profundo debate sobre la justicia, la rehabilitación y el poder del perdón.
Recuento de los Hechos: La Noche del 5 de Febrero
Para comprender la magnitud de la resolución, es crucial recordar la violencia del suceso. La noche del 5 de febrero de 2025, en un departamento de la alcaldía Álvaro Obregón, una discusión escaló hasta convertirse en una agresión de extrema gravedad. Valentina Gilabert, de entonces 24 años, recibió múltiples heridas con un arma punzocortante en zonas vitales como el cuello y el tórax, además de graves lesiones en las manos. El ataque la dejó al borde de la muerte y requirió una intervención médica de urgencia, seguida de un largo proceso de recuperación y cirugías.
Marianne Gonzaga, de 17 años en ese momento, fue detenida en el lugar de los hechos. Inicialmente, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) la procesó por el delito de lesiones calificadas. Sin embargo, la defensa de la familia Gilabert, liderada por el abogado Didier Ayrton Marín Becerril, buscó desde el principio que el delito fuera reclasificado a tentativa de feminicidio, argumentando la saña y la direccionalidad del ataque, lo que habría implicado un proceso mucho más severo.
La Resolución Judicial: ¿Por Qué fue Liberada Marianne Gonzaga?
Tras cinco meses en internamiento preventivo, la situación legal de Marianne Gonzaga se resolvió esta semana de una manera que sorprendió a muchos. La clave para entender su liberación se encuentra en la combinación de la ley de justicia para menores y un acuerdo entre las partes.
- La Ley de Justicia para Adolescentes: Al ser menor de edad al momento del crimen, el caso de Gonzaga se rigió por la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes. Este marco legal prioriza la rehabilitación y la reinserción social del infractor por encima de medidas puramente punitivas, ofreciendo mecanismos procesales distintos a los del sistema para adultos.
- El Juicio Abreviado: La FGJCDMX informó que se llegó a una sentencia condenatoria a través de un «juicio abreviado». Este es un procedimiento especial en el que la persona acusada, en este caso Gonzaga, admite su responsabilidad en los hechos a cambio de una resolución más rápida y, a menudo, una sanción menor a la que podría enfrentar en un juicio oral completo.
- La Sentencia: Internamiento con «Libertad Asistida»: Un juez especializado dictó una sanción de internamiento en contra de Gonzaga. Sin embargo, en la misma audiencia del 23 de julio, se le concedió el beneficio de cumplir dicha sanción bajo la medida de libertad asistida. Esto significa que, aunque está sentenciada, no permanecerá en un centro para menores. En su lugar, deberá cumplir con condiciones estrictas, entre las que se incluyen:
- La reparación integral del daño a la víctima.
- Someterse a un tratamiento psicológico obligatorio.
- Presentarse periódicamente ante la autoridad judicial para supervisión.
La Fiscalía fue clara en que cualquier incumplimiento de estas medidas podría llevar a la revocación del beneficio y a su internamiento inmediato.
«La Perdono»: La Sorprendente Reacción de Valentina Gilabert
El elemento más poderoso de esta resolución provino de la propia víctima. En un video publicado en sus redes sociales este 24 de julio, Valentina Gilabert se dirigió a sus seguidores para explicar el desenlace y compartir su postura personal.
«Entre mis abogados, los abogados de Marianne, mi familia y su familia, llegamos a un acuerdo», confirmó, despejando dudas sobre el proceso. Pero fue más allá, revelando un acto de profunda humanidad: «Se disculpó conmigo personalmente. Yo quiero decir, como le dije a ella, que la perdono».
Su mensaje, cargado de una madurez admirable, se centró en la idea de la redención. «Todo el mundo se merece una segunda oportunidad en la vida y no soy nadie para privar a las personas de su libertad», afirmó. Con esta declaración, Gilabert no solo cerró el capítulo legal, sino que también se liberó de la carga del rencor, un acto que su propio abogado describió como algo que le brindó «paz y tranquilidad».
Justicia Restaurativa, Perdón y el Sistema para Adolescentes
El caso Gilabert-Gonzaga es un ejemplo paradigmático de la aplicación de la justicia restaurativa frente a la justicia puramente punitiva. Mientras que la segunda se centra en castigar al culpable, la primera busca reparar el daño causado a la víctima y a la comunidad, y rehabilitar al ofensor.
- El Debate Público: Es natural que este tipo de resoluciones genere controversia. Para una parte de la sociedad, la gravedad de la agresión —un ataque que pudo ser mortal— merecía una sanción de internamiento efectivo y prolongado. La liberación, aunque condicionada, puede ser percibida como una forma de impunidad.
- La Perspectiva de la Ley: Sin embargo, el sistema de justicia para adolescentes en México está diseñado precisamente para ofrecer alternativas al encarcelamiento, reconociendo que los menores de edad tienen una mayor capacidad de rehabilitación. El juicio abreviado y la libertad asistida son herramientas legales que buscan este fin.
- El Papel de la Víctima: Lo que hace a este caso excepcional es el papel activo y la voluntad de la víctima. El acuerdo y el posterior perdón de Valentina Gilabert fueron, sin duda, factores determinantes para que el juez optara por la libertad asistida. Su postura humaniza el proceso y lo aleja de una simple aplicación fría de la ley.
Es importante señalar que la justicia sigue su curso para los otros presuntos implicados. Akram “N” y Aitzianne “N”, vinculados a proceso en marzo por su presunta complicidad, enfrentan su propio proceso legal.
Un Cierre Inesperado que Invita a la Reflexión
La conclusión del caso entre Valentina Gilabert y Marianne Gonzaga es una historia con múltiples capas. Es la historia de una agresión brutal, pero también la de una sorprendente capacidad de perdón. Es un ejemplo de cómo funciona el sistema de justicia para adolescentes en México, con sus énfasis en la rehabilitación. Y, sobre todo, es un caso que obliga a la sociedad a reflexionar sobre la naturaleza misma de la justicia.
La decisión de Valentina de perdonar y aceptar un acuerdo ha puesto el foco en la sanación por encima del castigo. Aunque el debate sobre si la sanción fue proporcional al daño persistirá, el resultado final fue validado por la persona que más importaba: la víctima. Este caso se convertirá, sin duda, en un referente para discutir si, en un país tan herido por la violencia, es posible encontrar caminos hacia la justicia que no pasen necesariamente por la cárcel, sino por la reparación, la rehabilitación y, en los casos más extraordinarios, el perdón.
