El viernes 10 de mayo, se realizará una marcha organizada por colectivos y madres de desaparecidos, este día, que coincide con el Día de las Madres en México, se convertirá en un escenario de protesta por justicia
Un llamado a la memoria y la acción
La marcha se convoca bajo el lema «por quienes nos hacen falta», reflejando el vacío dejado por los seres queridos desaparecidos y la lucha continua de las familias por encontrar respuestas. Las madres, convertidas en buscadoras, han tomado las riendas en la exigencia de acciones efectivas por parte de las autoridades para localizar a sus hijos e hijas desaparecidos, enfrentándose a un sistema que muchas veces parece indiferente a su dolor.
Además de la marcha, el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México convoca a una velada la tarde del jueves 9 de mayo. Este acto simbólico se realizará también en el Monumento a la Madre, donde se reunirán a las seis de la tarde para honrar la memoria de aquellos que «partieron sin volver a abrazar a sus seres queridos». La organización invita a los participantes a vestir de blanco y traer una vela, iluminando así la memoria de los desaparecidos en un acto de solidaridad y recuerdo colectivo.
Esta movilización se inscribe en un contexto nacional doloroso y complejo. Según datos de la Comisión Nacional de Búsqueda, México cuenta con más de 116 mil personas desaparecidas y no localizadas, un número que refleja una crisis de derechos humanos de enorme magnitud. Estados como Jalisco, Tamaulipas y el Estado de México encabezan las listas con el mayor número de casos, representando un desafío constante para las autoridades y un calvario interminable para las familias.
La respuesta de la comunidad
En respuesta a esta situación, diversos estados y ciudades del país han organizado eventos similares. Zacatecas y Ciudad Juárez son solo dos ejemplos donde las comunidades también se han movilizado. En Ciudad Juárez, además de la marcha, se realizó una misa en honor a las víctimas de feminicidios y desapariciones, donde se compartieron «Flores de Esperanza», simbolizando tanto el duelo como la esperanza de encontrar justicia y verdad.
Este 10 de mayo, mientras muchas familias en México celebran y honran a las madres, otras marcharán por las calles de la capital exigiendo justicia y el retorno de sus seres queridos. En este cruce de celebración y protesta, la sociedad mexicana enfrenta una de sus pruebas más difíciles, buscando equidad y respuesta en un tema que afecta profundamente el tejido social del país.
No solo la Ciudad de México será escenario de estas manifestaciones. En Zacatecas, la marcha comenzará a las ocho de la mañana del mismo día, partiendo de la Explanada de Ingeniería hacia la Plaza de Armas, llevando el mensaje de las madres y familias más allá de la capital. Estas movilizaciones, simultáneas en distintas partes del país, subrayan la magnitud del problema y la solidaridad extendida a través de las fronteras estatales hacia una causa común.
La situación en Ciudad Juárez
En Ciudad Juárez, conocida por su lamentable historia de violencia contra las mujeres, las actividades del Día de las Madres tomaron un tono particularmente emotivo. Durante una misa especial, familiares de personas desaparecidas y víctimas de feminicidio colocaron «Flores De Esperanza» como un simbolismo de resistencia y memoria. La ciudad, que ha visto tantas tragedias, se une así a la voz nacional que clama por justicia y atención a estos crímenes desgarradores.
La cifra de desaparecidos en México, que supera los 116,000 según la Comisión Nacional de Búsqueda, es un recordatorio sombrío de la crisis que vive el país. Con Jalisco a la cabeza con más de 12,000 desaparecidos, seguido por Tamaulipas y el Estado de México, la lista continúa extendiéndose año tras año sin solución a la vista. De los desaparecidos, 88,356 son hombres, 27,292 son mujeres y en 555 casos no se especificó el sexo, reflejando una problemática que afecta a todos sin distinción.
El activismo de las madres y los familiares de los desaparecidos juega un papel crucial en mantener la visibilidad de esta crisis. Las marchas y veladas son más que un acto de protesta; son un llamado desesperado a la acción por parte de un estado que, en muchos casos, ha fallado en proporcionar respuestas y soluciones a las familias que cada día pierden la esperanza.
Respuestas gubernamentales y desafíos
A pesar de la magnitud del problema, las respuestas gubernamentales han sido variadas y, en muchos casos, insuficientes. La falta de recursos, la corrupción y la ineficacia de las estrategias de búsqueda son obstáculos constantes que enfrentan las familias. Sin embargo, la presión continua de los colectivos y la cobertura mediática de estas marchas obligan a las autoridades a no ignorar las voces de quienes demandan justicia.
Mirando hacia el futuro, el desafío de México para resolver la crisis de desapariciones continúa siendo formidable. Cada marcha, cada velada y cada voz alzada contra la impunidad y la inacción del estado es un paso hacia la esperanza de que algún día se pueda dar respuesta a las miles de familias que aún esperan. En este contexto, el papel de la sociedad civil es fundamental, no solo en exigir justicia, sino también en apoyar a las familas afectadas y en educar al público sobre la magnitud de esta tragedia humana.
Este 10 de mayo, las madres de desaparecidos caminarán por las calles no solo para recordar a quienes han perdido, sino para exigir un cambio que ha sido demasiado lento en llegar. La marcha, más que una protesta, es un grito de dolor y una demanda de acción que resuena en todo el país, recordando a la sociedad y al gobierno que la lucha por los desaparecidos no cesará hasta encontrar verdad y justicia.