Al menos 4.831 personas murieron en Siria durante el mes de julio, entre civiles, rebeldes, yihadistas, militares y milicias pro régimen, según datos divulgados hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Según la ONG, que cuenta con una amplia red de voluntarios en toda Siria, 1.021 civiles perecieron el pasado mes víctimas de los combates y bombardeos, de los cuales 231 eran menores de 8 años y 159 tenían entre 8 y 18 años.
Asimismo, entre las víctimas mortales hay 587 combatientes de nacionalidad siria pertenecientes a las facciones rebeldes, a los grupos islamistas o a las unidades de combate kurdas. Por otra parte, un total de 744 soldados del Ejército regular perdieron la vida, así como nueve soldados desertores y 695 paramilitares leales al régimen del presidente Bachar al Asad.
En los combates, murieron otros 37 hombres armados del grupo chií libanés Hizbulá, que lucha junto a las fuerzas del régimen, así como otros 110 milicianos extranjeros que combatían en favor de las autoridades de Damasco. Es decir, al menos 1.586 combatientes de las filas leales a Al Asad perdieron la vida en los últimos 30 días.
Por otra parte, 1.614 militantes extranjeros del grupo Estado Islámico, el Frente al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria) y del Ejército de los Muhayirin, así como de otras fuerzas afines perecieron durante el último mes en este conflicto armado que dura ya más de cuatro años. Finalmente, el Observatorio cifra en 17 el número de víctimas mortales cuya identidad no pudo ser determinada.
La ONG advirtió en su comunicado de que el número total podría acercarse a los 6.000 muertos, pero apuntó que hay más de mil muertes que no ha podido confirmar debido a la dificultad de recabar datos y al celo de las partes combatientes sobre la información concerniente a las bajas entre sus filas.
El número de muertos en Siria registrados en junio, según el Observatorio ascendió a 5.247, y en mayo, el mes del año con más muertos a 6.657.