La democracia Mexicana, es una de las más costosas de mundo: el proceso electoral 2015 en su calidad de elección intermedia arroja la cantidad de $5,355 millones de pesos para gasto corriente; detrás de esta suma hay diversos números y reflexiones que les comparto:
Si se suma todo lo que han recibido los partidos desde 1997 (18 años), en pesos de hoy no llega a 80,000 millones. En este 2015 esa cifra será superada, por poco. Por ejemplo, en 2014 el gasto de los partidos sumó poco menos de 4,000 mdp, y en este 2015 será de 5,355 mdp. Corrigiendo por inflación, resulta que habrá un gasto adicional, por las elecciones, de 1,250 mdp. Si se reparte entre tres meses de campaña y entre diez partidos, el gasto mensual de un partido apenas será de 40 mdp. Dividido entre 300 diputados de mayoría, el gasto de cada uno sería de 140,000 pesos mensuales, poco más de 400,000 en toda la campaña. Pero el límite de gasto, que también fija el INE, es de poco más de 220,000 pesos, o de 70,000 por mes.
En esa tesitura, hablar de financiamiento con dinero de todos los Ciudadanos al quehacer de los partidos políticos, implica que estamos legitimados para señalar los excesos, usos y abusos, de quienes con su labor, pretenden trabajar para el bienestar común, como partido y cuando llegan al poder como gobierno, pero que exceden en su esfuerzo, el tope del dinero que deben emplear para sostener su constante: “trabajo”.
Los partidos políticos tienen una cantidad de dinero público que no alcanza para hacer una campaña, pero pueden duplicar esas cantidades con donaciones (asistentes que no cobran, automóviles prestados, amigos que pagan las comidas o la gasolina o los gastos que pudieran resultar de ese quehacer). Sin embargo, ni con esos recursos es posible explicar de dónde sale el dinero para pagar las bardas, pendones, espectaculares y eventos públicos multitudinarios con artistas, regalos y comida para los asistentes de diversos actos públicos, en campaña y fuera de ella.
El motivo de estos comentarios, es que se habla de equidad, de pedir que impere la ley más allá de los abusos, es decir: se pide estado de derecho, pero en los hechos, no se fiscalizan de manera acuciosa la forma en que los recursos se originan y se gastan más allá de los dineros que legal e institucionalmente se hacen llegar a los partidos para su desempeño, fuera y dentro de una contienda electoral; esto implica: VIOLACIONES A LA LEY.
Todos los partidos, reducen a cenizas la democracia, dirigentes y candidatos, buscan por cualquier modo, legal e ilegal ganar, CALIDAD NO VALE.
¿Qué se privilegia entonces en las elecciones financiadas con dinero de todos?
¿Se privilegia interés de partidos, de candidatos ó el bien común?
¿Si los Ciudadanos subvencionamos la labor institucional y operativa de partidos: a què tenemos derecho?
Mediante estas reflexiones, avancemos en solitario hacia las urnas y ejerzamos nuestro derecho a exigir mejores desempeños, a: Partidos, candidatos y proyectos de transformación y mejora social/económica; es nuestro derecho.
Gracias por su tiempo.