Una vez más, las armas calientes de los policías americanos, ahora del estado de Texas, en el condado de Tarrant, en Grapevine. El mexicano Rubén García Villalpando murió el día 20 de febrero y hoy lo supo la cancillería mexicana. Alcanzó a vivir 31 años.
Solo 10 días pasaron entre esta muerte y la del otro mexicano —por lanzar piedras a los gendarmes— en la ciudad de Pasco, estado de Washington. El acribillado de Pasco se llamó en vida Antonio Zambrano Montes. Este último no estaba muy bien de la cabeza que se diga: digo, no es normal que alguien lance piedras a gendarmes.
La viuda de García Villalpando ha expresado que desea poder hacerle un funeral decente a su ahora difunto esposo. Claro, desde que no le haya dado vuelta al mundo la razón de los disparos es porque la deben tener ¡muy guardadita! El asunto con Zambrano Montes fue que medió video de transeúnte grabando los 17 disparos, casi todos ellos para penetrar el cuerpo del lanzador de piedras.
