Israel ataca única iglesia católica de Gaza

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Un ataque del Ejército de Israel contra la Iglesia de la Sagrada Familia ha dejado dos personas muertas y varios heridos.

El templo, que servía de refugio para cientos de civiles desplazados, fue alcanzado en un acto que ha generado una ola de condena internacional y ha llevado al Papa León XIV a expresar su «profunda tristeza» y a exigir un alto el fuego inmediato. Este suceso no solo agrava la crisis humanitaria en Gaza, sino que representa un ataque directo a un lugar de santuario, poniendo en tela de juicio el respeto al derecho internacional humanitario en el marco del devastador conflicto Israel-Palestina.

El Ataque: Un Santuario Convertido en Objetivo

Según los informes de las autoridades eclesiásticas y organizaciones humanitarias en el terreno, el ataque se produjo alrededor de las 10:10 de la mañana, hora local. La iglesia, ubicada en la ciudad de Gaza, albergaba a unas 400 personas que habían buscado protección dentro de sus muros huyendo de los incesantes bombardeos.

  • El Impacto Directo: El Patriarcado Latino de Jerusalén, a través de su máximo representante, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, confirmó que el templo fue alcanzado por el disparo de un carro de combate israelí. La explosión, según detalló Cáritas Jerusalén, ocurrió cerca de la cruz en el tejado, esparciendo metralla y escombros por todo el patio.
  • Las Víctimas: La Defensa Civil de Gaza confirmó la muerte de al menos dos personas que se encontraban en el complejo. Entre los heridos se encuentra el párroco, el Padre Gabriel Romanelli, un sacerdote argentino conocido por su labor humanitaria y su cercanía con el fallecido Papa Francisco, a quien mantuvo informado de la situación en Gaza durante los primeros meses de la ofensiva.
  • El Contexto Inmediato: Cáritas Jerusalén señaló que la situación en los alrededores del complejo eclesiástico se había vuelto extremadamente peligrosa en la última semana. El propio Padre Romanelli había pedido a los refugiados que permanecieran dentro de sus habitaciones debido a la presencia de tanques israelíes y los continuos bombardeos en la zona, lo que sugiere que la amenaza era previsible.

Reacciones Internacionales: Condena desde el Vaticano hasta Italia

El ataque a un lugar de culto que albergaba a civiles ha provocado una enérgica respuesta de líderes políticos y religiosos.

  • El Vaticano y el Papa León XIV: A través de un telegrama publicado por el secretario de Estado, Pietro Parolin, el Papa expresó su «profunda tristeza por la pérdida de vidas y los heridos» y reiteró su llamado a «un alto el fuego inmediato». El Pontífice transmitió su «cercanía espiritual» al Padre Romanelli y a toda la pequeña comunidad cristiana de Gaza, manifestando su esperanza de que se logre una «paz duradera en la región».
  • Organizaciones Católicas: Cáritas Jerusalén condenó el acto como una «grave violación del Derecho Internacional Humanitario y un asalto directo contra la dignidad humana». El Patriarcado Latino de Jerusalén, por su parte, puso en duda la versión inicial de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). «Las FDI dicen que fue un error, pero no estamos seguros de ello. La iglesia ha sido alcanzada de forma directa», apuntó el cardenal Pizzaballa.
  • Respuesta Política de Italia: La primera ministra italiana, Georgia Meloni, utilizó sus redes sociales para denunciar el ataque. «Los ataques contra la población civil que Israel lleva meses llevando a cabo son inaceptables. Ninguna acción militar puede justificar esta actitud», afirmó de manera contundente.
  • La Postura de Israel: El Ejército de Israel emitió un comunicado en el que reconoce estar al tanto de los informes sobre los daños y las víctimas. Aseguró que «las circunstancias del incidente están siendo revisadas» y que sus fuerzas «llevan a cabo todos los esfuerzos posibles para reducir los daños a los civiles y las estructuras civiles, incluidos los lugares religiosos», lamentando cualquier daño causado.

El Contexto del Conflicto: Una Ofensiva sin Tregua

Este ataque se enmarca en la prolongada y devastadora ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza, lanzada como respuesta a los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023. Las cifras, aunque aproximadas, dan cuenta de la escala de la tragedia:

  • Los ataques iniciales de Hamás dejaron alrededor de 1,200 muertos en Israel.
  • La subsiguiente ofensiva israelí ha causado la muerte de cerca de 58,600 palestinos en Gaza, según las autoridades del enclave, con miles más desaparecidos bajo los escombros.

La comunidad cristiana en Gaza, ya de por sí minúscula y vulnerable (estimada en poco más de mil personas antes del conflicto), se encuentra en una situación de extrema precariedad. El ataque a su única iglesia católica no es solo la destrucción de un edificio, sino un golpe al corazón de su identidad y su último refugio seguro.

El Derecho Internacional Humanitario en Cuestión

El ataque a la Iglesia de la Sagrada Familia pone de relieve, una vez más, las presuntas violaciones del derecho internacional humanitario (DIH) en este conflicto. Los principios fundamentales del DIH, codificados en los Convenios de Ginebra, establecen la obligación de distinguir entre combatientes y civiles, y entre objetivos militares y bienes de carácter civil.

Los lugares de culto, hospitales y escuelas gozan de una protección especial y no pueden ser objeto de ataques. Pierden esta protección únicamente si se demuestra que están siendo utilizados para fines militares. En este caso, todas las fuentes eclesiásticas y humanitarias insisten en que la iglesia servía exclusivamente como refugio para civiles desplazados. La afirmación de las FDI de que el incidente está «bajo revisión» se enfrenta al testimonio directo del Patriarcado, que habla de un impacto deliberado de un tanque.

Este tipo de incidentes alimenta las acusaciones de crímenes de guerra y socava la legitimidad de las operaciones militares. La falta de investigaciones independientes y transparentes en la mayoría de estos casos solo profundiza la desconfianza y el ciclo de violencia.

Un Símbolo de la Fragilidad de la Paz

El bombardeo de la Iglesia de la Sagrada Familia es una dolorosa metáfora de la tragedia que vive Gaza. Un lugar destinado a la paz, la oración y el refugio se ha convertido en escenario de muerte y destrucción. Este acto no solo agrava la catástrofe humanitaria, sino que daña gravemente las perspectivas de una futura reconciliación y convivencia pacífica.

Las llamadas a un alto el fuego por parte del Papa León XIV y otros líderes mundiales resuenan con especial urgencia tras este ataque. El incidente demuestra de manera inequívoca que, en la actual espiral de violencia, no existen santuarios seguros para la población civil. Proteger a los inocentes y preservar los últimos vestigios de humanidad en medio de la guerra ya no es una opción, sino un imperativo moral y legal que la comunidad internacional no puede seguir ignorando.