Meta ha anunciado un acuerdo pionero con Constellation Energy, el mayor operador de plantas de energía nuclear en Estados Unidos.
Este movimiento estratégico consolida el giro de Meta hacia fuentes de energía estables para potenciar sus iniciativas de inteligencia artificial generativa, intensivas en energía, y ha provocado un notable repunte en las acciones de Constellation Energy.
Detalles del Acuerdo y Impacto en el Mercado
Meta firmó un acuerdo para adquirir la totalidad de la energía producida en la planta de Constellation en Clinton, Illinois, durante un período de 20 años, a partir de 2027. Este es el primer caso en el que una empresa se compromete a comprar toda la energía de una sola planta nuclear, según lo reportado por The Wall Street Journal. Previamente, Constellation ya había firmado un acuerdo similar, aunque de menor escala, con Microsoft en 2024 para reabrir una planta en Pensilvania.
Los términos financieros específicos del acuerdo no fueron revelados, pero Joseph Dominguez, director ejecutivo de Constellation, indicó al Journal que la transacción involucra «miles de millones de dólares de capital que se están firmando para operar una planta durante 20 años más».
El anuncio tuvo un efecto inmediato en el mercado: las acciones de Constellation subieron más del 5%, alcanzando un máximo de cinco meses de 340 dólares por acción y una valoración de mercado superior a los 100 mil millones de dólares. Este desempeño destaca el éxito de Constellation Energy en Wall Street, impulsado por la creciente demanda energética de la IA. Desde el lanzamiento de ChatGPT a finales de 2022, Constellation ha generado una rentabilidad para los inversores superior al 230%, superando significativamente el 51% del S&P 500 en el mismo periodo y superando a gigantes de la IA como Amazon, Alphabet, Microsoft, Oracle y Tesla.
El Resurgimiento de la Energía Nuclear y la Demanda de IA
La apuesta de Meta por la energía nuclear refleja una tendencia emergente. Ed Yardeni, fundador de Yardeni Research, señaló que «la energía nuclear, que en su día fue un paria dado por muerto, está renaciendo, impulsada por la voraz necesidad de energía de la IA y el creciente reconocimiento de que se necesitarán fuentes de energía adicionales para compensar la intermitencia de la energía solar y eólica”.
Esta revalorización de la energía nuclear coincide con iniciativas gubernamentales. El 23 de mayo, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva con el objetivo de cuadruplicar la capacidad de energía nuclear de Estados Unidos para 2050, declarando que «es hora de la energía nuclear». Aunque la energía nuclear no produce emisiones de carbono, había caído en desuso antes del auge de la IA debido a sus altos costos de mantenimiento y preocupaciones sobre la seguridad.
Meta prevé invertir entre 64,000 y 72,000 millones de dólares en inversiones de capital este año para desarrollar sus iniciativas de IA generativa, una cifra que subraya la inmensa demanda energética que estas tecnologías requieren.
La IA como Motor de la Transición Energética
El acuerdo entre Meta y Constellation Energy marca un punto de inflexión, no solo en la estrategia de la empresa tecnológica, sino en la interacción entre la inteligencia artificial y el sector energético. Este movimiento estratégico revela cómo la creciente demanda de la IA está redefiniendo el panorama energético, impulsando el resurgimiento de la energía nuclear.
Un beneficio clave de esta alianza es la garantía de un suministro energético estable y libre de emisiones de carbono para las operaciones de IA de Meta. Las cargas de trabajo de la IA son extremadamente intensivas en energía, y las fuentes renovables intermitentes (solar, eólica) no siempre pueden satisfacer esa demanda constante. La energía nuclear ofrece una solución de base que es tanto limpia como confiable, lo que permite a Meta avanzar en sus ambiciones de IA mientras cumple con objetivos de sostenibilidad. Este es un avance significativo para la descarbonización del sector tecnológico.
Sin embargo, este giro hacia la energía nuclear no está exento de retos. Persisten las preocupaciones sobre la seguridad, la gestión de residuos nucleares y los altos costos iniciales de construcción y mantenimiento de las plantas nucleares. A pesar del entusiasmo actual, la expansión masiva de esta tecnología requerirá una inversión masiva en infraestructura y la superación de barreras regulatorias y de percepción pública que históricamente la han frenado.
El impacto en el mercado ya es evidente, con las acciones de Constellation disparándose. Esto demuestra cómo la demanda de IA está creando nuevas oportunidades para empresas de energía que pueden ofrecer soluciones a gran escala. La cita de Ed Yardeni encapsula perfectamente cómo la IA está forzando una reevaluación de fuentes energéticas que antes se consideraban obsoletas. Es un ciclo de retroalimentación: la IA necesita mucha energía, y esa necesidad está impulsando la innovación y la inversión en el sector energético, incluyendo un renovado interés en la energía nuclear como una pieza fundamental del rompecabezas de la transición energética.
