El papa Francisco instó al Congreso de Estados Unidos a rechazar una «actitud hostil» sobre la inmigración y a reconocer a quienes buscan mudarse a Estados Unidos como personas que están tratando de mejorar sus vidas y las de sus familias.
«Construir una nación nos llama a reconocer que debemos relacionarnos constantemente con otros, rechazando una actitud hostil para adoptar una de subsidiariedad recíproca», dijo el Papa de nacionalidad argentina, de 78 años, en un discurso ante un Congreso que está dividido en la política de inmigración.
El pontífice señaló que la educación de las nuevas generaciones es vital para evitar la indiferencia, además apuntó que los derechos de los migrantes no siempre han sido respetados. «Construir una nación nos lleva a pensarnos siempre en relación con otros, saliendo de la lógica de enemigo para pasar a la lógica de la recíproca subsidiaridad, dando lo mejor de nosotros. Confío que lo haremos», dijo el papa en su defensa de la acogida a los inmigrantes.
Para el pontífice argentino, es necesario no dejarse «intimidar por los números», y adoptar una respuesta que sea «justa y fraterna», de forma de adoptar la norma de tratar «a los demás con la misma pasión y compasión con que queremos ser tratados». Bergoglio afirmó que el deber del Congreso «deber es construir puentes» y reconoció los «esfuerzos que se han realizado en los últimos meses» para superar lo que denominó «diferencias históricas».
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