Sheinbaum Refuta Acusación: «No a la Violencia»

Estados Unidos México

La presidenta Sheinbaum ha desmentido las acusaciones de la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos.

Kristi Noem, afirmó que la mandataria mexicana incitó a las manifestaciones violentas en Los Ángeles, California. «Nunca hemos llamado a una movilización violenta, jamás en toda nuestra vida», sentenció Sheinbaum, añadiendo que su gobierno busca evitar confrontaciones por el bien de México y sus connacionales en Estados Unidos.

Contexto de las Acusaciones y la Estrategia de México

En conferencia de prensa, la presidenta Sheinbaum acusó a la oposición mexicana de propagar la información falsa sobre su supuesta promoción de manifestaciones violentas en Los Ángeles. Insistió en que las imágenes de patrullas incendiadas «parecen más provocaciones que otro tipo de acciones» y que desde el primer momento condenaron las redadas y defendieron las manifestaciones pacíficas.

Informó que 61 connacionales están actualmente en centros de detención en Estados Unidos y en contacto con el consulado de Los Ángeles y sus familias. Reafirmó el derecho de los mexicanos a manifestarse, siempre de manera pacífica, y reiteró el compromiso de su gobierno de utilizar todos los canales diplomáticos para expresar su desacuerdo con el maltrato a los migrantes, quienes, según ella, contribuyen a la economía de ambos países.

Sheinbaum enfatizó la importancia de cuidar la relación entre México y Estados Unidos como países vecinos, buscando acuerdos y siendo firmes ante lo que se considera injusto. Recalcó que sus declaraciones previas sobre movilización se referían a acciones diplomáticas y legislativas para proteger a los mexicanos, no a protestas en las calles. Hizo un llamado a la serenidad y a la defensa unida de los compatriotas mexicanos en Estados Unidos, criticando a la oposición por difundir falsedades «antipatriotas».

El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, respaldó la postura, afirmando que las conversaciones con Estados Unidos han sido cordiales y respetuosas, a pesar de los puntos de vista diferentes. Sheinbaum concluyó recordando que en Estados Unidos viven 40 millones de mexicanos y en México cerca de un millón de estadounidenses, lo que exige una buena comunicación basada en el respeto mutuo, no en la subordinación.

Tensión en la Relación Migratoria y Discurso Político

La respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum a las acusaciones de Kristi Noem revela la delicada balanza que México busca mantener en su relación con Estados Unidos, especialmente en el sensible tema migratorio. La condena a la violencia, a la par de la defensa de los derechos de los migrantes, es un intento de desescalar la tensión sin renunciar a la protección consular.

El principal desafío para México radica en la necesidad de proteger a sus ciudadanos en el extranjero frente a políticas migratorias cada vez más restrictivas en Estados Unidos, mientras simultáneamente gestiona un discurso que evite la confrontación directa. La acusación de Noem, y la respuesta de Sheinbaum, muestran cómo la migración es un tema que fácilmente se politiza y se usa en debates internos de ambos países.

El beneficio de la postura de Sheinbaum es la reafirmación del compromiso del gobierno mexicano con la defensa de los derechos humanos de sus connacionales, lo cual es un pilar de su política exterior. Al desmentir la incitación a la violencia y enfatizar el papel económico de los migrantes, busca un terreno común y argumentos pragmáticos para la cooperación, más allá de la criminalización.

Sin embargo, existe un riesgo inherente de que estas acusaciones generen mayor desconfianza y dificulten la cooperación en otros temas bilaterales. La mención de la oposición mexicana como propagadora de información falsa también subraya la politización interna del tema migrante y el uso de narrativas que pueden tener consecuencias reales para los migrantes en Estados Unidos.

El llamado de Sheinbaum a la serenidad y a la defensa unida de los mexicanos en el exterior, más allá de las diferencias políticas, busca establecer un frente común ante una situación compleja y sensible. Esto es crucial, ya que las poblaciones migrantes son particularmente vulnerables a la retórica política y las políticas de aplicación de la ley.