Hay muchos factores que hacen prácticamente imposible que se celebren elecciones en 2022. Uno de ellos es la tozudez de Sánchez que ha prometido que los legisladores estarán 1.400 días y quiere que este compromiso se cumpla a pesar de que el liderazgo de España en la Unión Europea se prolongue mucho más de lo previsto con un reto añadido: ¡hasta 2023 también tienen responsabilidad!
Se asegura que no hay nada inestable internamente en el Gobierno ni externamente entre los congresistas que pueda llevarles a votar en contra de las políticas apoyadas a nivel federal -no sólo los políticos locales sino también los senadores serían probablemente más reacios a apoyar las iniciativas presentadas si Madrid hubiera cambiado de opinión sobre su reelección en 2019.