Vulnerabilidad ambiental a contrarreloj

Internacional

Hacia el 2024 la actual administración federal intentará garantizar la preservación total de la flora y fauna nacional, la reforestación del territorio nacional y la recuperación y saneamiento de cuerpos líquidos, metas todas muy complicadas de cumplir por la situación ambiental actual de México y el mundo. El documento Agenda de Transiciones Ambientales de la Cuarta Transformación emitido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) apenas en junio de este año, se fija estos y otros objetivos, al tiempo que reconoce la vulnerabilidad ambiental en la que se encuentra el país.

Por ejemplo, algunos estados ricos en biodiversidad como los del Golfo de México han perdido hasta el 80 por ciento de sus ecosistemas originales para convertirlos en tierras agrícolas. Se estima que entre 2015 y 2020 la deforestación neta alcanzará 127 mil 700 hectáreas anuales.

Y la contaminación ambiental en las principales metrópolis ha alcanzado un punto crítico, sobre todo ahora que se han revelado con más precisión los niveles de las partículas finas (PM 2.5). Se estima que en el Valle de México, Guadalajara y Monterrey estas partículas están asociadas a 2 mil 170 muertes prematuras al año. Además, el país no ha demostrado hasta ahora capacidad para manejar los residuos sólidos en agua y sólo 64 por ciento de las aguas recolectadas en sistemas de alcantarillados reciben tratamiento para aguas residuales.

El panorama ambiental es uno de los más complicados y se enmarca en los problemas exhibidos por la pandemia del Covid-19, según reconoce el propio documento de la dependencia. “Nos encontramos ante una crisis de salud pública que en realidad está directamente vinculada a una crisis de salud del planeta y de la pérdida de espacios naturales.