Desde el Reclusorio Norte, rompe el silencio Javier Duarte

México Seguridad

El exgoberador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, rompió el silenció y desde la prisión, muy a su estilo y con sonrisa traviesa resumió: «lo voy a decir en buen jarocho: me estoy mordiendo un huevo por no decir todo lo que tengo que decir y el otro para no mentarle su madre a Miguel Ángel Yunes».

En una entrevista informal con el periodista Humberto Padgett para el noticiero de Ciro Gómez Leyva, el exfuncionario preso en el Reclusorio Norte, aclaró que si bien no puede hablar sobre su proceso y las acusaciones en su contra, relató qué hace en prisión: lee por las noches (el último libro fue Origen de Dan Brown), y que duerme en el día. Viste el uniforme color caqui como lo hacen los presos bajo proceso en el área de ingreso, en donde vive desde hace cuatro meses.

Por razones de seguridad no puede ser llevado a las áreas de población general; calza mocasines de gamuza color café oscuro, no usa calcetines, lleva el pelo corto, pero ha dejado crecer la barba, tiene sobrepeso.

Niega estar deprimido y asegura que no ha conocido «el carcelazo», como los reos llaman a la honda melancolía que llena a quienes pierden la libertad.

En una crónica realizada por el periodista para Radio Fórmula, relató cómo es la vida del controvertido gobernador a quien en honor de la familiaridad del veracruzano con las figuras retóricas, le llamó «trucha con sobrepeso», debido a su facilidad para nadar a contracorriente en el ambiente político y a su estado físico.

El periodista tuvo acceso a la ficha de ingreso de Duarte de Ochoa en donde se observan sus datos personales. Ingresó al Reclusorio Norte en 8 de julio del 20017, pesaba 119 kilos, mide 1.75 metros, no tenia tatuajes, y como seña particular una cicatriz en un brazo por una operación, fue catalogado como primodelincuente.