Gran Remate de Libros en el Auditorio Nacional

Cd. de México Cultura

La “diversión de los libros” comenzó. Y en esa fiesta están desde el más pequeño que mide 2 por 3 centímetros hasta los más grandes de 43 por 30 centímetros. Juntos son miles y salieron de las bodegas de más de 500 sellos editoriales para tener la oportunidad de circular, de ser leídos y no terminar en la trituradora.

Es el noveno Gran Remate de Libros en el Auditorio Nacional donde antes  de su inauguración a las 13:00 horas de ayer, cientos personas —serían miles al terminar la primera jornada— ya miraban los ejemplares apilados en las mesas o sus portadas en libreros. Algunos eran seleccionados y comprados y no tendrán el final funesto de la destrucción.

La oferta es en todo los stands y se pueden ver textos de 20, 30 o 40 pesos o descuentos del 50, 60 o 70 por ciento. Hay novela, cuento, poesía, guías para aprender computación, cocinar… o  libros de gran formato como Atuendos –de 43 por 30 centímetros-, de Joëlle Jolivet, que es un compendio sobre vestidos originarios de varios países.

No hay mayor tristeza que ver libros en una bodega, dice Eduardo Vázquez, secretario de Cultura del DF, “porque los volúmenes deben estar circulando, al alcance de quienes más los necesitan y son un objeto vital para vivir en este mundo complicado”. Este es el breve retrato de la fiesta que seguirá hasta siete abril y un lugar que se vuelve cómodo para quienes asisten.

Un encuentro con la confortabilidad y con ésta se puede recorrer la explanada o primer piso del Auditorio Nacional y encontrar libros mientras se comen palomitas, un pastel o se bebe café que se compran en el área de comida. Carlos Coronado, uno de los dependientes de esta zona, señala que el Gran Remate se está convirtiendo en algo especial. “Antes nada vendíamos y ahora me sorprende toda esta gente que viene al primer día”.

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