“La gentileza no se paga, tampoco el amor” Así lo dijo Cenicienta.

Cine Eduardo mOrky

Antes de confesar la travesía que fue ir a ver el filme ‘Cenicienta’ 5 días después del estreno cuando todo el mundo (incluyendo a la niña de la casa) fue a verla, es necesario que usted querid@ lector/a sepa que desde que me enteré que se realizaba, tenía una pregunta difícil de responder en mi mente: ¿Por qué Disney decidió realizar una película más contando una historia que todos ya conocemos en bastos sabores y colores? Y es que haciendo un recopilatorio breve de las películas de Cenicienta que me ha tocado ver en mis 29 años, y solo por mencionar algunas, está ‘Cinderella’ de 1997 protagonizada por Brandy así junto a un elenco de negros, ‘Ever After: A Cinderella Story’ de 1998 con Drew Barrymore, ‘A Cinderella Story’ de Hilary Duff, ‘Ella Enchanted’ con Anne Hathaway, ‘Another Cinderella Story’ con Selena Gómez (no bromeo) ‘Happily N’Ever After’ con ¿Sarah Michelle Gellar? ¡Es en serio! Hasta la Cenicienta en ‘Into The Woods’ Y claro, la Cenicienta clásica de Disney realizada en 1950 ¡Más de 8 cenicientas!

Entonces decidí llenarme de valor y asistir solo al cine con la gran responsabilidad de realizar una critica severa en el nombre de las muchas películas de cenicienta que ya existen, y de lo malévolo que puede llegar a ser Disney vendiéndonos una y otra y otra vez el mismo cuento. Pero qué sorpresa me he llevado al no solo darme cuenta que es Disney quien debe vivir por la eternidad con los derechos de todas las princesas, si no que el reinventar con lo esencial del clásico cuento tiene un objetivo más allá que el llenar las salas de cine y retacarnos con su “merchandise”.

Primero que nada la nueva historia de ‘La Cenicienta’ cuenta las andanzas de Ella (así se llama, no crean que ando de igualado) cuyo padre vuelve a casarse tras la trágica muerte de su madre. Ella no quiere disgustar a su venerado por lo que acoge a su madrastra, Lady Tremaine y a sus hijas Anastasia y Drisella en la casa familiar. Pero el padre de Ella fallece repentinamente y ahora se encuentra a merced de una nueva familia celosa y cruel. Ella acaba siendo una sirvienta cubierta de cenizas a la que llaman despectivamente Cenicienta. Una situación que podría sumirla en la desesperanza pero ella está decidida a cumplir con las últimas palabras que le dijo su madre: “Deberás ser valiente y amable”. Así que Cenicienta no caerá en la desesperación, ni despreciará a los que la maltratan. Esta Cenicienta lejos de llenarse de rencor o molestarse por las muchos deberes que como sirvienta tiene que realizar, vive agradecida de la vida, sonríe por los pequeños detalles, y es compasiva con quienes la recriminan.

¿Qué es lo que Disney trata de transmitirle a las nuevas generaciones? ¡Valores! Son valores los que para el final de la película quedan bien inculcados en cada uno de los niños y niñas que asisten a las salas a ver “a la princesa”, y es que todos pueden ser Cenicienta, todos vivimos día a día rodeados de personas malas, esas compañeras de la escuela que te hacen bullying, esas arpías de la oficina que no hacen más que buscar como perjudicarte, esas vecinas que envidian tu vida no por lo que tienes si no por como vives, “Deberás ser valiente y amable” es un decreto para enfrentar las adversidades, “la gentileza no se paga, tampoco el amor” es la respuesta de lamento hacia quienes sabemos sufren más al vivir buscando oportunidades para hacernos daños solo porque no entienden que podemos tener un corazón noble. He entendido perfectamente como el personaje central ayudará a miles y miles de niñas que quizá han sucumbido a la tristeza por la crueldad de su situación, niñas huérfanas, niñas que lo han perdido todo, niñas que no han conocido el amor, miles de niñas que viven sin sueños, y que sin embargo, tienen la esperanza de ser felices, porque todas las niñas tienen el derecho de ser tratadas como princesas.

Habiendo dicho eso y sintiéndome un poco avergonzado de haber caído bajo el encanto, vámonos rápidamente a lo técnico, triste por Cate Blanchet de quien entiendo que su personaje no daba para más, pero ser opacado por secundarios me hace pensar que la actriz trabajó más por dinero que por honor. Sin embargo Helena Bonham Carter como la rana porcina ¡perdón! La hada madrina (jaajAJ me sigue dando risa su dialogo) estuvo fenomenal ¡y salió menos de 5 minutos! La música espectacular y el vestuario, escenografía y fotografía, dignos de ser considerados el próximo año por la academia (aunque no creo que suceda, pero podríamos ser sorprendidos) el príncipe, muy feo (hubiera preferido a Taron Egerton) pero indiscutiblemente los aplausos se los lleva la no muy agraciada Lily James como la protagonista ¡así se debe hacer una princesa Kirsten Stewart!

Ya para finalizar, si tienen la oportunidad de ver la película en el cine ¡haganlo por el amor de Dios! Y recuerden: “Deberás ser valiente y amable”.