El fenómeno del nearshoring en México ha impulsado significativamente las inversiones en el estado de Nuevo León, particularmente en Monterrey, convirtiéndolo en un polo atractivo para la industria. Sin embargo, esta creciente demanda ha llevado a una escasez preocupante de naves industriales en la región.
De acuerdo con datos proporcionados por la reconocida consultora Cushman & Wakefield, de los 131.3 millones de pies cuadrados que conforman Monterrey y sus alrededores, tan solo un ínfimo 1.1% se encuentra disponible actualmente. Este dato refleja la alta ocupación y la poca disponibilidad de espacios para nuevos proyectos industriales.
La construcción de la futura planta de Tesla en Nuevo León ha sido uno de los principales impulsores de esta escasez, sumándose a las inversiones que han aterrizado en el estado gracias al fenómeno del nearshoring. Como resultado, la disponibilidad de naves industriales en Monterrey y sus zonas aledañas es prácticamente nula, con algunos municipios mostrando una disponibilidad mínima de apenas un 0.3%.
Entre los municipios más afectados se encuentran Monterrey y Pesquería, donde la disponibilidad de complejos industriales es cero, lo que plantea un desafío para las empresas que buscan establecerse en la región para aprovechar su auge económico. Aunque existen algunas opciones con disponibilidad ligeramente mayor en otros municipios como Apodaca, Escobedo, Santa Catarina, San Nicolás y Guadalupe, la situación sigue siendo desafiante.
En contraste, Ciénega de Flores y Salinas Victoria destacan como las zonas con más espacios disponibles para proyectos industriales, con un 4.4% y 1.7%, respectivamente. Sin embargo, aún se encuentran por debajo de la demanda creciente generada por el auge industrial en la región.
La escasez de naves industriales representa tanto un desafío como una oportunidad para Monterrey y sus alrededores. Si bien es un síntoma de su éxito como destino para inversiones y desarrollo industrial, también plantea la necesidad de buscar soluciones creativas para satisfacer la creciente demanda de espacios adecuados para la instalación de nuevas empresas.
El auge del nearshoring y la atracción de inversiones, incluida la futura planta de Tesla, han convertido a Monterrey en un centro industrial en ascenso, pero la falta de naves industriales disponibles es un desafío que debe abordarse con prontitud para seguir impulsando el crecimiento económico y el desarrollo en la región.
