La guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, ha reconfigurado el panorama comercial, posicionando a México como un destino para la relocalización de empresas.
Este escenario, que algunos denominan «Nearshoring 2.0», promete reactivar la inversión extranjera y generar un impacto significativo en la economía nacional.
El término nearshoring, que implica la relocalización de empresas a países cercanos al mercado de consumo, cobró relevancia durante la pandemia, cuando se anticipaba una crisis económica global. Ciudades como Tijuana y Monterrey experimentaron un auge en la llegada de inversionistas extranjeros, buscando establecer sus operaciones en México. Sin embargo, esta primera ola no se tradujo en el crecimiento económico y la generación de empleo esperados. La Inversión Extranjera Directa (IED) en nuevas inversiones experimentó una caída drástica entre 2021 y 2024, generando frustración en diversos sectores.
Factores como las políticas económicas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la falta de inversión en infraestructura energética y reformas como la del Poder Judicial, percibidas como obstáculos por organismos empresariales como Coparmex y Canacintra, contribuyeron a este desinflamiento. No obstante, un nuevo factor ha emergido para revitalizar el potencial del nearshoring en México: la estrategia arancelaria de Donald Trump contra China.

Beneficios, avances o retos: La renovada oportunidad del nearshoring, impulsada por la guerra arancelaria, presenta una serie de beneficios y avances para México, aunque también implica importantes retos:
- Atracción de Inversión Extranjera Directa (IED): La política de aranceles de Trump busca aislar a China, lo que convierte a México en un puente natural para las empresas que desean mantener su acceso al mercado estadounidense sin incurrir en altos costos de importación. Esta situación ya está generando un renovado interés por parte de compañías extranjeras en establecer operaciones en territorio mexicano, lo que se traduciría en un aumento significativo de la IED.
- Incremento de la Actividad Industrial y la Generación de Empleo: La llegada de nuevas empresas y la expansión de las existentes impulsarán la actividad industrial en diversos sectores. Esto, a su vez, generará una mayor demanda de mano de obra, lo que podría traducirse en la creación de un número significativo de empleos en diferentes regiones del país.
- Fortalecimiento de las Cadenas de Suministro Regionales: El nearshoring promueve la creación de cadenas de suministro más cortas y resilientes en América del Norte. Al relocalizar la producción desde Asia hacia México, las empresas pueden reducir su dependencia de proveedores lejanos y mitigar los riesgos asociados con la logística global.
- Desarrollo de Infraestructura: Para aprovechar plenamente el potencial del nearshoring, México necesitará invertir en la mejora y expansión de su infraestructura, incluyendo parques industriales, carreteras, puertos, aeropuertos y suministro energético. Esta inversión no solo facilitará la llegada y operación de las empresas extranjeras, sino que también beneficiará a la economía en general.
- Posicionamiento Estratégico en el Comercio Global: La guerra arancelaria entre Estados Unidos y China ofrece a México la oportunidad de consolidarse como un actor clave en el comercio internacional. Al convertirse en un centro de manufactura y exportación para el mercado norteamericano, México podría fortalecer su posición económica y su influencia en la región.
- Retos en Materia de Competitividad: A pesar de las ventajas que ofrece el nearshoring, México enfrenta retos en términos de competitividad. Es fundamental mejorar la certidumbre jurídica, simplificar los trámites burocráticos, garantizar la seguridad y fortalecer el Estado de Derecho para atraer y retener la inversión extranjera.
- Necesidad de Inversión en Capital Humano: Para satisfacer la demanda de mano de obra calificada que generará el nearshoring, es crucial invertir en la educación y la capacitación de los trabajadores mexicanos. Esto permitirá que el país cuente con el talento necesario para las nuevas industrias y tecnologías.
- Posibles Tensiones con Estados Unidos: Si bien el nearshoring puede beneficiar a ambos países al fortalecer las cadenas de suministro regionales, también existe el riesgo de tensiones comerciales si Estados Unidos percibe que México se está aprovechando de la situación para desplazar la producción estadounidense. Es importante mantener un diálogo constante y constructivo con el vecino del norte.

La guerra arancelaria entre Donald Trump y China ha creado una ventana de oportunidad para México a través de una segunda ola de nearshoring. Las condiciones están dadas para que las empresas extranjeras consideren a México como un destino más atractivo para relocalizar sus operaciones, buscando cercanía al mercado estadounidense y costos de producción competitivos. Sin embargo, para que esta oportunidad se materialice plenamente, México debe abordar los desafíos en materia de competitividad, infraestructura y capital humano, al tiempo que mantiene una relación comercial constructiva con Estados Unidos. Si se aprovecha estratégicamente este momento, el Nearshoring 2.0 podría ser el motor de un nuevo ciclo de crecimiento económico y desarrollo para el país.