Todos vuelven: no soy la excepción
Despierto sin la erótica caricia de Roberto, treinta grados a la sombra, setenta correos por leer y un mini trip a Hong Kong por emprender. El tren llegó puntual. Dos huellas en la entrada del vagón ya me esperaban. Entre el vaivén y mi desorden emocional se escuchaban los reproches cantonenses. Me senté cerca de […]
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