Un auténtico clásico del futbol con sabor a Mundial se celebró en el Estadio Olímpico de Berlín, las selecciones de Brasil y Alemania se vieron las caras luego de casi cuatro años de la recordada goleada de 7-1 a los cariocas.
Los equipos no se guardaron nada y salieron al campo con alineaciones de lujo y desde el primer minuto de juego compitieron al nivel que lo harían en un torneo oficial.
Durante la primera parte de juego, el «scratch du oro» tomó la ventaja al minuto 31 gracias a un cabezazo de Gabriel Jesús que al arquero Trapp se le fue de las manos.
En la segunda mitad el juego fue de mucha ida y vuelta hasta que Alemania hizo cuatro cambios que revolucionaron su juego; la entrada de Julian Brandt y Timo Werner le dieron mucha más velocidad al ataque y los últimos 10 minutos fueron un asedio total a la portería defendida por Alisson.
Finalmente la sólida defensa «carioca» fue impenetrable para la «mannschaft», que perdió su récord de 22 juegos consecutivos sin perder y Brasil consigue su quinto partido consecutivo sin recibir gol.
