Yo también tengo un sueño

Colaboraciones Social Media

«Defender el derecho de elegir la preferencia sexual no es un asunto exclusivo de las lesbianas y los homosexuales, es un asunto que compete a todos; porque llegar hasta el punto de elegir libremente su sexualidad, es un derecho que ha costado sangre, sudor y lágrimas a las naciones modernas».

Yo también tengo un sueño, a propósito del 51 aniversario del discurso de Martin Luther King.

Si bien no hay una cobertura al 100% en el tema de los derechos a la población joven de lesbianas, gays, transgéneros, transexuales e intersexuales (LGBTTI) hay una incipiente protección de sus derechos, en las esferas de protección contra la Discriminación, en el ámbito de familia, en el tema del reconocimiento de la  identidad de género, así como en las medidas afirmativas como el Programa Nacional contra la Igualdad y la no discriminación 2014-2018, que recién aprobó el presidente de la república.

El derecho a la Igualdad y el derecho a la No Discriminación para las personas lgbtti en México están protegidos y reconocidos por diversos tratados internacionales así como en diversas disposiciones legales de nuestro país. Hay  mecanismos jurisdiccionales y no jurisdiccionales que se encargan de velar para que estas leyes sean aplicadas con forme a Derecho para la salvaguarda de las prerrogativas de la comunidad Lgbtti.

Pero a pesar de que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos prohíbe la discriminación, la población de jóvenes lesbianas, homosexuales, transgénero e intersexuales sigue siendo la más margina y discriminada en este país seguido de la población migrante e indígenas. Desde 1995 al 2003 se reportaron 885 asesinatos a personas de la población lgbtti en todo el país según reportó Letra S. convirtiendo a México en el 2do. País en América en donde más se comenten estos crímenes solo superado por Brasil.

Y Chiapas se encuentra en el lugar número 5 de los estados en donde más crímenes de odio por homofobia se reportan en el país, la asociación civil Una mano amiga contra el sida, a.c. reportó que del 2009 a los primeros meses del año paso se reportaron en el estado más de 29 de estos lamentables casos.

De acuerdo con la ENADIS 2010 Chiapas es el segundo estado con mayor intolerancia hacia las personas con preferencias sexuales distintas a la heterosexual; en solo dos estados de la república se reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, en casos como Jalisco, Coahuila, Campeche, y Colima tienen otros nombres que ponen en tela de juicio el tema de la Igualdad ante la Ley. Las personas transexuales y transgéneros son quienes más sufren estas violaciones  y son excluidas del sistema educativo y consecuentemente del sistema laboral, arrojándolas a un estado de pobreza por debajo de la población actual, muchas de ellas se ven obligadas a trabajar en el comercio sexual o en actividades poco remuneradas.

No hay políticas públicas ni medidas afirmativas encaminadas a reconocer los derechos las personas lgbtti ni en México ni en Chiapas, poniéndolas en un estado de vulnerabilidad y atentando contra la dignidad y la libertad que minan su condición humana. A propósito del 51 aniversario del célebre discurso de Marthin Luther King el 28 de agosto de 1953 frente al Monumento a Abraham Lincoln en Washington, DC Yo tengo un sueño “…que mis cuatro hijos vivirán en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.”

Como dice la activista venezolana Tamara Adrián la suma de las minorías hará siempre la mayoría; y es por ello que los pueblos originarios, los afrodecendientes, migrantes y refugiados, adultos mayores, de religiones minoritarias, las mujeres, niñas y niños, las personas con discapacidad, las personas que viven con VIH, las juventudes y personas lgbtti debemos unir esfuerzo en la lucha por la dignidad humana y la igualdad real de oportunidades.

A 51 años del gran discurso de Martin Luther King, yo también tengo un sueño y ese sueño es el de que algún día ninguna niña o niño será expulsado de la escuela por su orientación sexual o identidad de género, que nadie será detenida por besarse o tomarse de la mano en la calle, que habrá el reconocimiento pleno de los derechos al matrimonio igualitario, una sociedad en la que nos juzguen por el contenido de nuestro carácter y no por alguna de nuestras características físicas o sociales.

En septiembre del  2012 unas compañeras lesbianas fueron detenidas por elementos de seguridad pública por estarse dando un beso en el parque  de Terán, fueron subidas a la patrulla violando a todas luces sus garantías jurídicas elementales, movidos por la indignación compañeras y compañeros de la comunidad se manifestaron pacíficamente frente a las instalaciones de seguridad que en ese momento se encontraban en Terán a donde las jóvenes habían sido llevadas, en lo que va del 2013 hemos recibido más de 15 actos de detenciones arbitrarias motivas por la discriminación por orientación sexual en los parques como el que pasó  el 27 de mayo en el Parque Caña Hueca, o el caso de Jenifer Dubon el 10 de abril del presente año, hemos sido testigos como nuestras compañeras y compañeros son expulsados de algunos centros nocturnos como La Cura, el Jack Pub, y otras tantos que se quedan en el anonimato pero no  podemos flaquear debemos de seguir poniendo el dedo en la llaga, de seguir insistiendo en la condición de marginación que minan nuestra condición humana. Para destruir la homo, bi, lesbo, y transfobia hay que desenmascarar los sistemas de opresión, la heterosexualidad obligatoria, el binarismo de género, la dominación masculina y la misoginia.

Así como se abolió la esclavitud, el Apartheid, las leyes segregacionistas, y las mujeres obtuvieron el derecho al voto; así también un día no muy lejano podremos tener leyes que no vulneren la dignidad de las personas y eso se traducirá como igualdad social a la que todo ser humano tiene derecho a aspirar.

Los medios de comunicación, en especial, las y los periodistas juegan un papel fundamental y trascendente para construir una sociedad más igualitaria y respetuosa de su diversidad, la manera en que abordan temas que han polémicos por un lado pero que significan el reconocimiento de los derechos humanos, como el aborto, el matrimonio homosexual y la adopción de niñxs por familias homoparentales y lesbonaternales; la información que manejan lxs periodistas contribuyen a combatir los prejuicios y estigmas que imperan en la sociedad, dando pie a la
deconstrucción de paradigmas.