La inseguridad en el país genera a empresas y familias un costo de 226.7 mil millones de pesos en el último año, lo que representa 1.27 por ciento del PIB; aunada a la impunidad se convierte en “un impuesto silencioso que inhibe el crecimiento del país”, alertó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
El organismo lamento que la población tenga que hacer un gasto extra para mantener su seguridad, aunado al costo que representa la corrupción y la impunidad, que también están vinculados.Esto afecta, principalmente, a los grupos de menores ingresos, lo cual, advierte el organismo, se puede considerar un impuesto silencioso.
Para el organismo, además de los problemas en materia de seguridad pública, se deben considerar también otros factores que tienen una incidencia negativa como son la corrupción, impunidad, la burocracia e incluso el sistema tributario, y que ponen a México en una posición débil en materia de competitividad mundial, y por ende, ante la posibilidad de que los flujos de inversión no sean mayores a los que ya se reciben.
Por ello, consideró que los esfuerzos para enfrentar el difícil entorno económico internacional, éste debe ser mayor para erradicar los problemas de corrupción, ineficiencia de la burocracia gubernamental, así como el crimen y robo, que son los tres principales factores más problemáticos para hacer negocios.