El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) celebró el domingo el 36 aniversario de la Revolución de Nicaragua con un acto masivo encabezado por el presidente Daniel Ortega y personalidades extranjeras invitadas.
Caravanas de autobuses con partidarios del gobierno desde temprano del domingo marcharon hacia la capital, paralizada por el feriado nacional y bajo una llovizna que no impidió la celebración.
Ortega apareció con la primera dama Rosario Murillo bajo un estruendo de fuegos artificiales y fondo de música testimonial que inspiró la lucha revolucionaria de la década de 1980. El dirigente sandinista dedicó parte de su intervención a solidarizarse con México ante los ataques del precandidato republicano estadounidense Donald Trump, cuyas declaraciones contra los migrantes de ese país solo son un reflejo del «pensamiento guerrerista y racista que está en el Imperio«.
El disidente Movimiento Renovador Sandinista (MRS), que agrupa a reconocidos líderes de la gesta histórica, recordó en un comunicado a los caídos en la lucha contra la dictadura y dijo que mantiene «el sueño de un país con oportunidades para todos, democracia y soberanía».
«Ahora, de nuevo, una ambiciosa familia trata de convertir a Nicaragua en su propiedad y se enriquece a manos llenas mientras la mayoría del pueblo se mantiene en la pobreza y el abandono», denunció la agrupación opositora al actual gobierno.

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