Nuevo León encabeza la lista de estados con más pérdidas, con 5 mil 130 millones, seguido de Chihuahua, con 2 mil 170 millones; Sinaloa, con mil 320 millones, y Coahuila, con 999 millones de pesos. Entre los factores que inciden en los eventos de fugas y derrames se encuentran las tomas clandestinas.
“Pemex contrata a empresas privadas para reparar daños, por ejemplo la restauración de suelo, que tiene que ser por medio de bacterias, cuesta mucho dinero. Un derrame tarda años en ser saneado y no hay día que no haya un derrame, una fuga o una explosión por tomas clandestinas, es algo que está creciendo.
“El problema es que ya todas las organizaciones criminales le están entrando al robo de combustible, por eso día con día aumentan las conexiones ilegales a los ductos de Pemex, cientos de empresas privadas se han beneficiado con eso porque Pemex sólo llega y controla el derrame, hasta ahí llega, se tapa el ducto y se repara la toma, pero la restauración del área afectada lo realizan compañías que cobran ese dineral”, aseguró un agente de la Seguridad Física de Pemex.
El pago por los daños a los ductos también es cuantioso, pues en promedio se eroga un millón de pesos para reparar cada boquete que deja una toma clandestina.
