La pareja rusa conformada por Dmitry y Natalia Bakshéyev confesó haber asesinado y vendido carne humana durante dos décadas.
En un macabro caso de asesinato en serie, Dmitry y Natalia Bakshéyev, una pareja rusa, admitieron haber buscado, cercenado, comido y distribuido carne de sus propias víctimas humanas durante un período de 20 años. El terrible crimen salió a la luz cuando Natalia perdió su teléfono celular y un obrero lo encontró, entregándolo a la policía junto con imágenes de los cuerpos y los alimentos preparados a partir de ellos.
El obrero descubrió varias fotografías perturbadoras de la pareja, incluida una en la que Dmitry sostiene una mano humana en su boca. Entre las imágenes también se encontraba la de Elena Vashrushev, de 35 años, una de las víctimas que convencieron de ir a su casa y posteriormente asesinaron.
Dmitry tenía antecedentes penales por robos en tiendas y vehículos, pero logró evadir a las autoridades y no cumplió las penas correspondientes. Natalia, por su parte, trabajó como jefa de enfermeras en un departamento de sanidad militar, pero fue despedida debido a su alcoholismo crónico.
La pareja vivía en un dormitorio escolar desde 2012, un lugar heredado por el exmarido de Natalia. Aunque eran considerados antisociales en su comunidad, nadie sospechó que fueran asesinos seriales.
Cuando perdieron sus empleos, Natalia comenzó a cocinar pasteles de carne y los vendía a sus vecinos. Según testigos, cuando una vecina le preguntó sobre los ingredientes de los platillos, Natalia respondió que los hacía «con lo que me voy encontrando».
Dmitry y Natalia fueron detenidos en 2017 después de asesinar a Elena Vashrushev, una mesera de 35 años. Durante el arresto, las autoridades encontraron paquetes con restos humanos y fragmentos de piel de sus víctimas, a quienes drogaban previamente. Natalia fue condenada a 10 años de prisión, mientras que Dmitry recibió una condena de 12 años.
