Precisamente ha sido el aislamiento social y la desaceleración de las actividades humanas ante la presencia del Covid-19 quien ha impactado positivamente en el medio ambiente de esta isla, donde ya hay primeros resultados en el comportamiento de algunas especies, aunque habrá de esperar más tiempo para tener una mejor perspectiva, opinó Brenda Hernández.
La representante de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en Cozumel, añadió que la cancelación del arribo de cruceros, así como de la disminución de turismo en la isla por la cuarentena obligatoria ha suspendido hasta el 90 por ciento de las actividades acuáticas recreativas en este destino, luego que de enero a marzo hubo más de 26 mil turistas que ingresaron al área del Parque Marino de Cozumel, a través de guías náuticos.
Esta situación favorece a la naturaleza y a los animales que se alivian de manera proporcional a los días que las personas permanecen resguardadas, señaló Brenda Hernández, resaltando que luego de distintos operativos han avistado la presencia de animales como lo son delfines, tiburones, así como algunas aves y reptiles que estaban refugiados ante la invasiva presencia de humanos en su hábitat.
Recordó que desde octubre pasado optaron por el cierre temporal del arrecife Palancar, el cual es el segundo sistema arrecifal del planeta, con el fin de proteger a los corales dañados por la enfermedad del síndrome blanco y la sobrecarga de embarcaciones.
“El impacto ambiental por las medidas tomadas en todo el mundo no será percibido de inmediato, será en los próximos meses cuando puedan hacerse comparaciones”, aclaró.