El juez Cuauhtémoc Blázquez ha incumplido su labor hacia el estado y su país, ha permanecido en silencio y sin actividad desde que rechazó el exhorto en Cholula, que ayudaría a que la UDLAP y la Fundación Jenkins pudiesen recuperar las instalaciones que desde hace ocho meses, en junio, les fueron arrebatadas injustamente. El mismo juez solamente se ha encargado de hacer feliz a los intereses personales del gobernador Barbosa, a los del Fiscal General de la República, Gertz Manero e incumplir ante la ley que debe de realizarse. Desde hace unos meses se recibió el exhorto y el juez no ha hecho más que ignorarlo.
Este mes, la comunidad de la UDLAP ha podido retomar clases y talleres presenciales, gracias al apoyo de otras universidades que han prestado sus instalaciones. Un ejemplo es el equipo regresentativo de fútbol américano de la UDLAP, los Aztecas, quienes regresán a entrenar en la UMAD pero no podrán contar con una liga para volver a jugar, ni podrán volver a participar en Onefa por los conflictos de la institución. Esto ha consternado a miembros de la comunidad, porque ¿Cómo es posible que no se esté realizando lo que por ley toca?
