Ante la alta posibilidad de inundaciones y el riesgo para la vida de miles de ciudadanos, el gobierno decide suspender las intervenciones en el río y promueve mesas de diálogo con la comunidad.
En respuesta al riesgo inminente de inundaciones que podría afectar a una extensión de 1,200 hectáreas y poner en peligro la vida de aproximadamente 50,000 habitantes de Nuevo León, el gobierno ha tomado la decisión de detener las intervenciones en el río y buscar un acercamiento directo con la comunidad.
Si bien todos deseamos una ciudad verde y respetuosa con el medio ambiente, la prioridad en este momento es garantizar la seguridad de la población frente a la temporada de huracanes que se avecina. Esta situación ha llevado a la intervención del río con el objetivo de prevenir inundaciones catastróficas y proteger a los ciudadanos.
Sin embargo, conscientes de la importancia de escuchar las preocupaciones y perspectivas de la comunidad, el gobierno ha decidido iniciar mesas de diálogo con la ciudadanía. Estas mesas permitirán un intercambio de ideas, conocimientos y experiencias para encontrar soluciones que equilibren la protección del río con la preservación del entorno natural y la seguridad de la población.
El gobierno muestra su disposición a escuchar y trabajar de la mano con la comunidad, reconociendo que el diálogo es fundamental para la toma de decisiones informadas y el diseño de estrategias adecuadas. La participación ciudadana será valorada y tomada en cuenta en el proceso de búsqueda de soluciones que beneficien a todos.
El objetivo de estas mesas de diálogo es encontrar un equilibrio entre el cuidado del medio ambiente y la seguridad de los ciudadanos. Las autoridades están comprometidas en proteger los recursos naturales y al mismo tiempo garantizar la vida y el bienestar de la comunidad.
El gobierno reafirma su compromiso de mantener una comunicación abierta y transparente, manteniendo informada a la población sobre los avances y resultados de estas mesas de diálogo.
