Quienes vieron la formación de la turbonada en el Océano Pacífico lo definen como un monstruo. «Yo lo vi que venía de Roca Blanca, se fue a Ventanilla y regresó a Mazunte, entró a tierra por la playa de El Rinconcito; eran dos, pero uno se deshizo en el mar y el otro salió para allá», señala un trabajador del kiosco de turismo del gobierno del estado en Puerto Ángel, que reconoce que no pudo avisar del peligro a la población porque todo sucedió muy rápido.
«Fue horrible, era una inmensa columna de agua y arena, enorme, que venía del mar para la playa; yo nunca había visto esto», añade por su parte la prestadora de servicios turísticos en Mazunte, Fátima García, que regresó de manera precipitada a la playa de San Agustinillo, donde ofrece servicios de hospedaje y alimentación.
En la playa El Rinconcito los turistas extranjeros comentaban la presencia de la «culebra de agua», -como califican aquí a este tipo de fenómenos hidrometereológico-, como una experiencia maravillosa y a la vez terrible. «Eran dos, eran dos, uno me pasó a un lado, era enorme, enorme», expresa con admiración uno de los bañistas que solicita en una tienda cercana una cerveza para pasar el susto.
A las 10:30 horas, la «culebra de agua» o la turbonada marina, -definida así por Protección Civil del gobierno del estado-, rompió la apacible tranquilidad de turistas y habitantes de esta localidad, que en segundos vieron los techos de sus casas o negocios desprendidos de sus vigas de madera, árboles arrancados de raíz, tejas o láminas desperdigadas por todos lados y, asombro y temor por este fenómeno natural.
El delegado regional de Protección Civil en la Costa, Hamblet Torija Morales, señala que el fenómeno matereológico se define como tromba, aunque localmente se le designa culebra de agua. Explica que se forma cuando en el mar se presentan las condiciones para formar un pequeño huracán o tornado en el agua, es alimentado y succiona agua. «Son eventos tan pequeños que en el satélite únicamente lo que se observa es la nubosidad».
«La gran peligrosidad de estos eventos es que se forman de manera intempestiva y tocan tierra, aunque la ventaja que tuvimos aquí es que el evento cuando tocó tierra se disipó y solamente generó algunos daños en techumbres ligeras, como son las construidas con palma, lámina de cartón o teja».
