Las Fuerzas Armadas mexicanas han desplegado casi 30.000 soldados para detener las oleadas de personas que migran desde Centroamérica. Establecieron cuatro líneas de contención en diferentes puntos del territorio nacional para que no puedan llegar a las fronteras estadounidenses.
Las cuatro líneas son una defensa. Están situadas en Oaxaca, Puebla y Tlaxcala, en nuestra frontera norte con EUA. Aproximadamente 28.000 militares componen cada línea que ha sido estratégicamente colocada a lo largo de México. Hasta el momento, su operación ha permitido la detención de 48 mil migrantes centroamericanos, según estadísticas de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, en el primer trimestre de 2022.
