El fallo del jurado de la 33ª edición del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana ha recaído en la poeta y novelista colombiana Piedad Bonnett
Destacando su sólida trayectoria y la coherencia en su obra poética, Bonnett, sorprendida al recibir el premio mientras estaba en una terapia respiratoria, ha construido una voz única en el ámbito literario, refinada por años de lectura y escritura, manteniendo la esencia de sus primeros textos.
Su poesía, descrita como íntima y cotidiana, explora la profundidad de las emociones humanas y la complejidad de las experiencias vitales, lo que ha sido reconocido no solo por su habilidad para tratar temas álgidos como el desamor y la pérdida, sino también por su capacidad de infundir belleza y luminosidad incluso en los momentos más oscuros. La relevancia de su obra le ha valido un lugar destacado en la poesía iberoamericana, siendo una voz de referencia que continúa influenciando a lectores y escritores por igual.
La ceremonia de entrega del premio, dotado con 42,100 euros, se llevará a cabo en noviembre y será presidida por la Reina Sofía. Además, se celebrará con la edición de un poemario antológico y jornadas académicas en la Universidad de Salamanca, donde se estudiará en profundidad la obra de Bonnett. Este reconocimiento no solo celebra su contribución a la literatura, sino que también promueve el estudio y la apreciación de su trabajo a nivel internacional.
Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de los Andes y con una maestría en Teoría del Arte y la Arquitectura por la Universidad Nacional de Colombia, Bonnett ha sido una figura clave en la academia, impartiendo clases desde 1981. Su obra abarca varios géneros, incluyendo la poesía, la novela y el teatro, destacándose por su versatilidad y profundidad.
Entre sus publicaciones más notables se encuentran «De círculo y ceniza», «Nadie en casa», «El hilo de los días», y «Todos los amantes son guerreros», por mencionar algunos. Además, su impacto trasciende los libros de poesía, habiendo plasmado la dolorosa experiencia del suicidio de su hijo en «Lo que no tiene nombre», un testimonio que ha tocado a un vasto número de lectores.
En resumen, la obra de Piedad Bonnett representa un testimonio de la capacidad del arte para explorar y dar sentido a la complejidad del espíritu humano, haciendo de su reconocimiento con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana un merecido homenaje a su trayectoria y su impacto en la poesía contemporánea.
La obra de Piedad Bonnett, más allá de su reconocida calidad literaria, se sumerge en las profundidades de la condición humana, enfrentando con valentía temas como el desamor, la guerra, la pérdida y el duelo. Su capacidad para abordar estos temas desde una perspectiva íntima y profundamente humana ha sido ampliamente celebrada, no solo en Colombia, su país natal, sino también a nivel internacional.
María Dolores Menéndez, gerente de Patrimonio Nacional, resalta que Bonnett «maneja un lenguaje cuidadosamente elaborado, que le permite acercarse a la experiencia vital con profundidad y belleza, y responder con humanidad a la tragedia de la vida». Esta capacidad le ha ganado un lugar como una voz de referencia en la poesía iberoamericana, siendo capaz de iluminar, con su escritura, incluso los rincones más oscuros del alma humana.
La entrega del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana no solo conlleva una dotación económica, sino también la publicación de un volumen antológico que recoge lo más destacado de su obra, permitiendo así que nuevos lectores se acerquen a su poesía. Además, la Universidad de Salamanca albergará jornadas académicas donde se discutirá y profundizará en su trabajo, asegurando que su impacto en las letras hispanoamericanas perdure.
El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, alude a Bonnett como «una de las voces más fuertes de la poesía iberoamericana», una afirmación que se refleja claramente en la decisión del jurado del premio. Esta elección no solo reconoce su trayectoria y contribución al mundo literario, sino que también inspira a poetas y escritores a explorar y expresar sus propias vivencias y emociones a través de la escritura.
Bonnett, a través de su extensa carrera, ha publicado numerosas obras que reflejan su evolución como poeta y escritora. Desde su primer libro, «De círculo y ceniza», hasta su más reciente, «Los habitados», su voz poética ha madurado, aunque siempre ha conservado esa capacidad única para tocar las fibras más sensibles del ser humano. Sus novelas y trabajos en teatro también reflejan esta profundidad, explorando diversos ámbitos de la experiencia humana con un estilo que es tanto accesible como profundo.
Entre sus reconocimientos anteriores, Bonnett ha recibido el XI Premio Casa de América de Poesía Americana, el Premio Poetas del Mundo Latino, el Premio de Poesía José Lezama Lima, y el Premio de Poesía Generación del 27. Cada uno de estos premios subraya su habilidad para conectar con lectores a través de diferentes culturas y tradiciones literarias.
La obra de Bonnett no solo ha impactado en el ámbito literario; su libro «Lo que no tiene nombre», en el que narra la enfermedad mental y posterior suicidio de su hijo, ha tenido un profundo impacto social, ofreciendo consuelo y comprensión a aquellos que enfrentan situaciones similares. Este trabajo en particular muestra su valentía y compromiso con abordar temas difíciles de manera abierta y terapéutica.
En noviembre, cuando reciba el Premio Reina Sofía de manos de la propia Reina Sofía, será un momento de reconocimiento a una carrera literaria que ha sido, sin duda, luminosa y profundamente influyente. La ceremonia no solo celebrará sus logros, sino que también reafirmará el papel vital que la poesía juega en la sociedad, sirviendo como un puente entre las experiencias individuales y universales, entre lo personal y lo colectivo, entre el silencio y la palabra.