La presidenta Claudia Sheinbaum ha condenado las acciones violentas durante las protestas en Los Ángeles, California, en respuesta a las redadas migrantes.
En una conferencia en Palacio Nacional, Sheinbaum calificó la quema de patrullas como un posible «acto de provocación» y enfatizó: «Debe quedar claro, condenamos la violencia venga de donde venga». En un posicionamiento de cinco puntos, la mandataria hizo un llamado explícito a la comunidad mexicana en Estados Unidos a actuar de manera pacífica y a no caer en provocaciones.
Defensa de Derechos Migrantes y Llamado a EU
En su mensaje, la presidenta Sheinbaum reiteró el compromiso inquebrantable del Gobierno de México con la protección y defensa de los derechos humanos de los mexicanos en el exterior, sin importar su situación migratoria. Hizo un «llamado respetuoso pero firme» a las autoridades estadounidenses para que todos los procedimientos migratorios se realicen con apego al debido proceso, en un marco de respeto a la dignidad humana y al estado de derecho.
Sheinbaum Pardo subrayó que Estados Unidos necesita a los migrantes para su economía y que su gobierno continuará utilizando todos los canales diplomáticos y legales disponibles para expresar su inconformidad con prácticas que criminalizan la migración y ponen en riesgo la seguridad y el bienestar de las comunidades mexicanas en Estados Unidos.
Informó que la red consular de México ha activado todos los mecanismos de asistencia y protección para asegurar que los connacionales detenidos reciban asesoría legal adecuada y un trato justo. Además, los consulados trabajan para informar a la comunidad mexicana sobre sus derechos y las acciones a seguir en caso de un operativo migratorio, reiterando que «la migración debe ser abordada desde una perspectiva integral humana y con corresponsabilidad regional».
Finalmente, la mandataria mexicana expresó su deseo de continuar la colaboración con el gobierno de Estados Unidos en la búsqueda de soluciones que privilegien el respeto a los derechos humanos, la legalidad y el desarrollo compartido. Destacó que un alto porcentaje de migrantes indocumentados lleva muchos años viviendo en Estados Unidos (la gran mayoría más de cinco años), y que contribuyen significativamente a la economía de ambos países. Agradeció la generosidad de Los Ángeles al acoger a cientos de miles de mexicanos a lo largo de los años.

Tensión Migratoria y Estrategia Diplomática de México
El posicionamiento de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la violencia en Los Ángeles y las redadas migrantes ilustra la complejidad de la relación bilateral entre México y Estados Unidos en materia de migración. Su condena a la violencia, simultánea con la defensa de los derechos de los migrantes, revela una estrategia diplomática matizada.
El principal desafío que enfrenta el Gobierno de México es cómo proteger a sus ciudadanos en el extranjero frente a políticas migratorias más estrictas, sin escalar la tensión diplomática. El llamado a la comunidad mexicana a la «paz y no caer en provocaciones» sugiere una preocupación por la imagen y la seguridad de sus connacionales, al tiempo que busca evitar dar argumentos a quienes pudieran justificar medidas más drásticas. La mención de la quema de patrullas como «acto de provocación» subraya esta cautela.
El beneficio de la postura de Sheinbaum radica en la reafirmación del compromiso de México con los derechos humanos de sus migrantes, un mensaje constante en la política exterior mexicana. Al recordar que Estados Unidos «necesita a los migrantes para su economía», la presidenta busca situar el debate en un terreno pragmático y de mutuo beneficio, alejándose de una narrativa puramente punitiva. La activación de la red consular demuestra una respuesta activa y tangible para la protección inmediata de los detenidos.
Sin embargo, el riesgo inherente a esta situación es la posible escalada de las políticas migratorias de Estados Unidos, especialmente si la administración de Donald Trump endurece su postura. A pesar de los llamados diplomáticos, la soberanía de Estados Unidos en sus leyes migratorias es un factor limitante. La presidenta Sheinbaum busca mantener «canales diplomáticos y legales» abiertos, lo que indica la intención de seguir negociando y protestando a través de vías institucionales.
La mención de que la mayoría de los migrantes lleva más de cinco años en Estados Unidos y que contribuyen a ambas economías refuerza el argumento de México por una migración más humanitaria y corresponsable, alejándose de la criminalización. Este enfoque integral busca trascender la mera detención y deportación, proponiendo soluciones de desarrollo compartido.