En el ambiente LGBTI, las personas hemos sido encasilladas desafortunadamente en lo superfluo, lo banal; siempre al último grito de la moda aunque esta moda nos sea impuesta de manera normada, nos han educado en una cultura segmentaria y esquematizada. En donde creemos que la juventud y la belleza lo son todo, y si no posees estas cualidades estás condenada al oprobio y a la segregación de la población.
Muchas veces quienes estamos en edades consideradas como de juventud, creemos que seguiremos siendo siempre así, de cutis terso y cuerpo firme. Es la negación a algo inevitable: el transcurrir del tiempo. Y es que cuando eres una persona con escasos años de nacida, el cumplir años se vuelve uno de los eventos más esperados; luego, eso comienza a tornarse cada vez más amargo, el miedo a llegar a la vejez es tal que nos aferramos a lo que creemos nos puede dar un poco de juventud: objetos, frases, lugares o personas más jóvenes.
Las personas adultas mayores LGBTI son un sector olvidado y a quienes no se les pone atención ya que se cree que son personas que no ejercen su sexualidad más, una sexualidad que se piensa es heterosexual y no se ve con la variante de las disidencias sexuales, es decir, las personas de la tercera edad LGBTI son enviados nuevamente al closet, a ocultar su deseo hacia otra persona de su mismo sexo, la mayoría de las personas mayores se encuentran en el closet, y quienes se han liberado vuelven a regresar de manera forzada al mismo, para no perder ciertos privilegios heterosexuales.
Las personas LGBTI de la tercera edad nacieron en una época en donde la disidencia sexual estaba mal vista, incluso era castigada de manera económica, social e incluso física, es por ello que muchas personas se han casado e incluso tenido descendencia y es por ello que el asumir su condición es más difícil para estas personas que para nosotras, las personas jóvenes, y es dentro de la propia disidencia sexual en donde sufren un rechazo hacia este sector, ellas y ellos son doblemente discriminado: por la edad y su orientación/identidad sexual, incluso dentro de la propia comunidad LGBTI.
En la actualidad hay personas LGBTI que por su edad se encuentran indefensas y desprotegidas ante una sociedad que las ha invisibilizado. Personas lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersex que por ser mayores han perdido injustamente el derecho a vivir su identidad y su sexualidad con dignidad. Debemos tener esto en consideración y conseguir espacios físicos y sociales de libertad y respeto a los mayores LGBTI para así tratar de cubrir sus necesidades particulares y colectivas.
