Para ser creíbles, las víctimas y supervivientes de violencia de género han sido revictimizadas por los medios de comunicación cuando se informa sobre sus historias. A pesar de que esto es así, todos se consideran a sí mismos como una herramienta que puede ayudarlos a protegerlos de nuevos abusos al denunciarlos de alguna manera, ya sea presentando una queja oficial ante la policía o asistiendo a talleres donde se les educa sobre la mejor manera de hacerlo; la forma que elijas importa poco porque, en última instancia, el cambio necesita más de una voz que diga lo que va mal mientras alguien escucha atentamente a su lado.
