En Montevideo, la lluvia intensa era más visible que de costumbre este jueves por el menor movimiento comercial y de transeúntes, notorio en las calles de la ciudad. El transporte público estuvo prácticamente paralizado y se redujo a servicios «de emergencia». El paro también afectó a toda la administración pública y al sector bancario, a la enseñanza pública y parte de la privada, y al sector salud, en donde sólo se atendían situaciones de urgencia.
La huelga se extiende por 24 horas en la mayoría de los sectores de actividad, aunque médicos y personal de salud pararán por 48 horas. En las principales arterias comerciales de la ciudad, muchos escaparates tenían sus luces apagadas y las cortinas de varios locales permanecen cerradas. Otros comercios, en cambio, abrieron sus puertas.
La central sindical PIT CNT, que organizó la jornada, evaluó en más de un millón el número de trabajadores que no concurrieron a sus puestos de trabajo, en un país de 3,4 millones de habitantes. No hay cifras oficiales al respecto. El presidente del PIT CNT, Fernando Pereira, se congratuló en rueda de prensa por el «acatamiento» de la convocatoria realizada un mes atrás. «Decenas de miles de pequeños comerciantes se han sumado y se han sentido parte de este paro», dijo el dirigente en la sede central del movimiento sindical.
Las reivindicaciones de los trabajadores son esencialmente económicas. Mejoras salariales y un incremento del presupuesto público están en el centro de los reclamos, aunque también pidieron la aprobación de una «ley de insolvencia patronal» que asegure a los empleados sus indemnizaciones cuando una empresa quiebra y la sanción de una ley que obligue a sacar al mercado viviendas que se encuentran deshabitadas.
