El 1 de enero se produjo un motín en una prisión mexicana que dejó 17 muertos y 30 presos fugados.
Los hechos dejaron al descubierto las debilidades y la corrupción que imperan en muchas prisiones de México, donde se trafica con drogas y armas y los reclusos tienen el control de las instalaciones.
Una investigación descubrió que algunos reclusos tenían celdas VIP con televisión, camas confortables, drogas, teléfonos celulares, armas largas y cortas, diversos estupefacientes e incluso una caja fuerte donde guardaban millones de pesos mexicanos
Las autoridades del estado de Chihuahua admitieron que desconocían las condiciones irregulares de ese penal a pesar de que el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos les advirtió de ello desde 2020.