El Cuauhxicalco, una estructura circular decorada con cabezas de serpiente hallada en septiembre de 2011 al pie del Templo Mayor de Tenochtitlan y donde, según las fuentes históricas, se habrían inhumado las cenizas de varios emperadores mexicas, podría contener en sus entrañas dos cámaras funerarias.
Así lo sugirió este lunes el arqueólogo Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor (PTM), durante su participación en la Primera Mesa Redonda de Tenochtitlan, que se realiza esta semana en El Colegio Nacional.
Al presentar su ponencia “Al pie del Templo Mayor: el monolito de Tlaltecuhtli y el Cuauhxicalco”, explicó que uno de los últimos hallazgos en Las Ajaracas es un pasillo en el interior de dicha plataforma, que mide 45 centímetros de ancho por metro y medio de altura, y tiene poco más de 8 metros de longitud. Al final de ese túnel que culmina en el centro del Cuauhxicalco, identificaron dos cuartos sellados con piedras que aún no han sido explorados, pero que podrían tratarse de dos cámaras funerarias.
El arqueólogo precisó que la idea de que esos cuartos sean cámaras funerarias es sólo una hipótesis, como otras que ha planteado en ocasiones anteriores en su búsqueda de los soberanos mexicas, y que no han tenido resultados. Comentó también que serán los trabajos de exploración de la Octava Temporada, que comenzarán en enero o febrero, los que permitan comprobar o refutar dicha teoría.