El conservadurismo de Bolsonaro y sus guiños durante pandemia

Internacional

La agenda conservadora del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, continúa avanzando en medio de la pandemia de coronavirus, que ha causado más de 11.000 muertos. Eclipsado por la grave crisis sanitaria, política y económica, en los 70 días transcurridos desde que la covid-19 llegó al país el mandatario ha acelerado políticas que son claros guiños a sus principales bases electorales: Iglesias evangélicas, ruralistas, madereros, minería, deforestadores y defensores de las armas. Todo ello en detrimento de los derechos indígenas y ambientales, la educación y la reducción de la violencia.

El empeño del presidente por minimizar la crisis del coronavirus persiste mientras se acelera el incremento de fallecidos y contagios, y su popularidad se resiente. Esta será una semana intensa para el mandatario porque los tres ministros más cercanos a él van a ser interrogados dentro de la investigación del Supremo sobre la injerencia en la Policía Federal que denunció el exministro de Justicia Sergio Moro al dimitir.

El área ambiental es una de las que más ha sufrido durante la pandemia. Bolsonaro tiene previsto desplegar al Ejército en la Amazonia dentro de la operación para combatir los incendios y la deforestación en un intento de prevenir que se repita dentro de unos meses la crisis política y ambiental del año pasado. La deforestación sigue aumentando veloz. Las alertas se incrementaron un 64% en abril, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE). Aunque el despliegue de los soldados podría ser un estímulo para los defensores del medio ambiente, el decreto presidencial que lo autoriza deja un vacío para que los equipos de Ibama (el Instituto de Medio Ambiente) se sometan a las decisiones de las Fuerzas Armadas, que estarán de facto a cargo de las operaciones.