El Trafico de Armas de Fuego de EE. UU. a México

Política

En una reciente revelación del Colegio de México (Colmex), se ha destacado que entre el 60% y el 70% de las muertes violentas en México son causadas por armas de fuego traficadas ilegalmente desde Estados Unidos

Esta alarmante estadística fue presentada durante una conferencia que incluyó discusiones por parte de Sergio Aguayo, director del Seminario; los expertos en seguridad Eduardo Guerrero y Javier Shütte; y la actriz Marina de Tavira. El evento se realizó estratégicamente un día antes de que la Corte Suprema de Estados Unidos abordara una petición de los fabricantes de armas Smith & Wesson y el mayorista Interstate Arms para desestimar la demanda de México contra la industria armamentista estadounidense.

El Impacto de la Comercialización de Armas de Asalto

La desregulación de la comercialización de armas de asalto en Estados Unidos hace dos décadas ha tenido un profundo e letal impacto en México. Tras la expiración de la Prohibición Federal de Armas de Asalto (AWB, por sus siglas en inglés) en EE. UU., las muertes relacionadas con armas de fuego en México han aumentado significativamente. Esto se evidencia por el aumento significativo en el porcentaje de homicidios cometidos con armas de fuego, que se disparó del 50.50% en 2004 al 62.92% para 2008, según informa el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Estadísticas Actuales y Preocupaciones Continuas

Hasta los últimos datos hasta noviembre de 2024, un escalofriante 72.92% de los homicidios en México involucraron armas de fuego, marcando el porcentaje más alto registrado en la historia según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Esta tendencia subraya el problema crítico y escalante de la violencia relacionada con armas de fuego en el país.

La investigación también sacó a la luz datos hackeados de la Secretaría de la Defensa Nacional por el Grupo Guacamaya en 2022, revelando que de 2007 a 2020, se registraron 65,552 homicidios vinculados al crimen organizado, involucrando 52,327 eventos. Un abrumador 80.54% de estos homicidios fueron cometidos con armas de fuego.

La Escala del Tráfico Ilegal de Armas de Fuego

Colmex estima que anualmente se trafican al menos 200,000 armas hacia México, sumando alrededor de 3.9 millones de armas ilegales en manos de civiles en un período que abarca desde 2005 hasta 2024. A pesar de estas cifras, las autoridades solo han logrado asegurar 337,067 armas, representando un escaso 8.64% del total.

La Urgente Necesidad de Actuar

Este extenso tráfico de armas se ha convertido en una epidemia de seguridad pública en México, comparable a una epidemia biológica o sanitaria en su alcance e impacto. Como destacó el experto en seguridad Eduardo Guerrero, esta epidemia ha facilitado el control territorial y la influencia política de los grupos de crimen organizado, exacerbando la pérdida de soberanía y complicando los esfuerzos para combatir el crimen y la violencia.

Las perspectivas proporcionadas por el informe de Colmex enfatizan la necesidad apremiante de medidas robustas para combatir el comercio ilegal de armas que alimenta el crimen violento en México. Con las próximas decisiones y discusiones en la Corte Suprema de EE. UU., hay un llamado urgente a la responsabilidad y acción tanto de los fabricantes de armas estadounidenses como de los formuladores de políticas para frenar este comercio mortal que está devastando vidas en todo México.

La situación de la violencia armada en México se agrava por la posición geográfica y política del país, que lo hace vulnerable al tráfico de armas desde Estados Unidos. Este flujo constante de armamento no solo perpetúa la violencia sino que también fortalece a los cárteles de la droga y otros grupos criminales, dándoles medios para ejercer un control más extenso y violento sobre vastas regiones.

Impacto de la Política Estadounidense

Las políticas estadounidenses han jugado un papel crucial en este contexto. La expiración de la Prohibición Federal de Armas de Asalto en 2004 ha coincidido con un incremento notable en la violencia en México. Este hecho no es una coincidencia sino una consecuencia directa de la facilidad con la que las armas de asalto pueden ser adquiridas en Estados Unidos y traficadas hacia México. Estas armas, altamente letales, han sido usadas en un porcentaje alarmantemente alto de homicidios y otros crímenes violentos en territorio mexicano.

La Lucha Contra el Tráfico de Armas

El tráfico de armas desde Estados Unidos hacia México no es un fenómeno nuevo, pero su escala y el impacto devastador en la seguridad y la estabilidad de México lo han convertido en una crisis que requiere atención inmediata. Las autoridades mexicanas, junto con organismos internacionales, han hecho esfuerzos para combatir este tráfico, pero se enfrentan a enormes desafíos debido a las poderosas redes de contrabando y la complicidad en varios niveles.

La demanda de México en la Corte Suprema de Estados Unidos contra los fabricantes de armas resalta la urgencia y la gravedad de este problema. México sostiene que los fabricantes y distribuidores estadounidenses han sido negligentes al no controlar adecuadamente la distribución de armas, que terminan siendo utilizadas para alimentar la violencia en México.

Respuestas y Estrategias de Defensa

El gobierno mexicano, en un esfuerzo por reforzar su posición, ha presentado datos y testimonios en su demanda que ilustran cómo las políticas laxas y las prácticas de distribución irresponsables en Estados Unidos han facilitado este flujo criminal de armas. La respuesta de Estados Unidos, y en particular la decisión de la Corte Suprema sobre esta demanda, será crucial para determinar el futuro de la lucha contra el tráfico de armas y la violencia en México.

Perspectivas Futuras

La resolución de este problema es compleja y requiere una colaboración transfronteriza efectiva y compromisos reales por parte de las autoridades estadounidenses para implementar políticas más estrictas de control de armas. Además, es fundamental que ambos países trabajen juntos para fortalecer las medidas de seguridad en la frontera y mejorar los mecanismos de rastreo de armas para prevenir su entrada ilegal a México.

El análisis presentado por Colmex y otros expertos durante la conferencia resalta la necesidad de una política más robusta y coherente para enfrentar este desafío. El reconocimiento del problema y la acción decisiva son pasos esenciales para reducir la violencia en México y mejorar la seguridad de sus ciudadanos.

En conclusión, mientras que las cifras y los informes revelan una situación desalentadora, también hay una oportunidad para que México y Estados Unidos refuercen su cooperación y busquen soluciones conjuntas que aborden la raíz del problema. Solo a través de esfuerzos combinados y sostenidos se puede esperar lograr una disminución significativa en la violencia armada que tanto ha dañado a México.