A partir de el sábado pasado, entraron en vigor en Florida una serie de leyes que imponen duras sanciones a los empleadores que contraten inmigrantes sin autorización legal y otorgan mayores libertades a los propietarios de armas de fuego.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha logrado que entren en vigor una serie de leyes que imponen sanciones severas a los empleadores que contraten a inmigrantes sin autorización legal y otorgan mayores libertades a los dueños de armas de fuego. Estas medidas, que forman parte de un paquete de 200 nuevas leyes, son promovidas por DeSantis en su campaña por la candidatura presidencial republicana.
Las sanciones impuestas a los empleadores buscan demostrar la postura intransigente de DeSantis en materia de inmigración. Algunos críticos consideran que estas leyes son las más duras en cuanto a inmigración en todo el país. El gobernador ha respaldado la política inmigratoria del expresidente Donald Trump y ha prometido terminar de construir el muro en la frontera con México.
La nueva ley incluye medidas como la ampliación de la verificación de los trabajadores. Según el vocero de DeSantis, Jeremy Redfern, cualquier negocio que emplee a inmigrantes ilegales en lugar de residentes de Florida será sancionado. Sin embargo, en un estado donde sectores clave como el turismo, la agricultura y la construcción dependen de la mano de obra inmigrante, se teme que estas leyes afecten negativamente a la economía, ya que los empleadores ya tienen dificultades para encontrar trabajadores.
Además de las medidas antiinmigrantes, las nuevas leyes también otorgan mayores libertades a los propietarios de armas de fuego. A partir de ahora, cualquier persona con derecho a portar un arma podrá hacerlo de forma oculta en público sin necesidad de obtener un permiso. Aunque se seguirán emitiendo permisos para portar armas ocultas, aquellos que opten por no solicitarlo no serán sometidos a verificación de antecedentes ni a entrenamiento.
Las nuevas leyes de inmigración y armas de fuego impulsadas por DeSantis han generado debate y preocupación en Florida. Mientras el gobernador busca resaltar su postura en su campaña por la candidatura presidencial republicana, muchos temen que estas medidas tengan un impacto negativo en la economía y la seguridad de la comunidad inmigrante.
