El valor del robo de gas licuado de petróleo (LP) a Petróleos Mexicanos (Pemex) en el país es de casi 16,000 millones de pesos anuales, ya que en volumen superó 15% y casi alcanza 20% de las ventas de todo el país, denunciaron industriales del rubro.
A un precio de venta de primera mano de 9.5 pesos por kilo que los industriales pagan a Pemex, y con ventas mensuales de 700,000 toneladas en el país, el cálculo del valor del mercado negro asciende a estas cifras, explicó Luis Landeros, presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas LP, en entrevista durante el GLP Forum, organizado por la Asociación Mexicana de Gas LP y Empresas Conexas (Amexgas) y empresas del rubro.
El valor del gas robado sería muy similar al del robo de combustibles líquidos a Pemex, que según fuentes de la estatal se estima en alrededor de 50 millones de pesos diarios —más de 18,000 millones de pesos al año—, producto de una sangría de 27,000 barriles diarios de carburantes destilados (gasolina y diésel), esta última cifra revelada el mes pasado por Miguel Tame, responsable del área de Refinación de Pemex.
Por ello, las importaciones de gas LP, que arrancan el 1 de enero del próximo año, podrían cobijar el mercado negro, toda vez que la presencia de carburante traído del exterior dificultaría rastrear e identificar el robado, por lo que también urgieron al gobierno a que concluya y dé a conocer cuanto antes las reglas de importación y de ventas de primera mano de Pemex.
Óscar Uribe, presidente de Grupo Uribe, aseveró que hay robo a ductos, a instalaciones de almacenamiento, robo al interior o en colusión con Pemex y hasta robo de cuello blanco, que se debe a la falta de supervisión hacia las compras en instalaciones que no cuentan con permisos, algo que incluso se ha normalizado en toda la República, aunque los mayores volúmenes se extraen en estados como Veracruz y Tamaulipas, con el propósito de llegar al mercado de mayor consumo, que es el del centro del país.