El gobierno mexicano ha interceptado a muchos más centroamericanos que intentan llegar a la frontera con Estados Unidos desde el año pasado, con miles de capturas en sólo los primeros tres meses de este período fiscal 2019-2020. Este repentino aumento se produjo después de años en los que los flujos de migrantes disminuyeron significativamente debido a que muchos solicitantes fugitivos arriesgaban sus vidas en viajes peligrosos hacia el norte a través del terreno traicionero de México o cruzando a Estados Unidos ilegalmente más al sur, cerca de San Diego, California, todo ello mientras se enfrentaban a una posible muerte por deshidratación cuando intentaban nadar a través de grandes extensiones de agua como los ríos.
