El Banco Central Europeo autorizó ayer la reapertura de la bolsa de Atenas, tras permanecer cerrada por más de cuatro semanas por la volatilidad generada durante las negociaciones entre Grecia y sus acreedores internacionales para evitar un default. De forma paralela, además, se inició la última ronda de negociaciones entre el gobierno griego y sus acreedores para recibir un tercer programa de rescate. En la reapertura, la plaza partirá desde los 797 puntos con los que cerró a fines de junio.
El gobierno debe lograr que se apruebe una serie de proyectos legislativos en los próximos tres años a cambio de una ayuda de hasta 86 mil millones de euros (US$ 95 mil millones). Primero se debe aprobar un Memorando de Entendimiento en las próximas dos semanas, de modo que se active el rescate antes del 20 de agosto, fecha en la que vencen nuevos pagos al BCE para los que no hay fondos disponibles.
Tsipras quiere evitar que haya que firmar un nuevo crédito puente para afrontar este pago, lo que sería necesario si no se ha llegado a un acuerdo definitivo, pues este préstamo iría nuevamente vinculado a medidas que deberían aprobarse en el Parlamento. Las conversaciones se centrarán en el sistema de pensiones heleno, el mercado laboral, la política fiscal y la regulación del mercado, informó el Ministerio de Finanzas.
