El prestigioso Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia, ha anunciado a los galardonados con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina de este año, y el honor recae en Katalin Karikó y Drew Weissman, dos figuras clave en el desarrollo de las vacunas contra la COVID-19 basadas en ARN mensajero.
Katalin Karikó, bioquímica de origen húngaro, ha dedicado cuatro décadas de su vida a la investigación en la sombra, realizando avances cruciales que sentaron las bases para las vacunas de Moderna y BioNTech. Por su parte, Drew Weissman, colaborador de Karikó, convirtió en realidad las terapias basadas en ARN mensajero.
Las vacunas de Pfizer y Moderna, que se han distribuido en todo el mundo durante la pandemia, incorporan la tecnología desarrollada por este dúo científico, y no habrían sido posibles sin su visión y trabajo incansable. Este reconocimiento a Katalin Karikó también destaca el creciente papel de las mujeres en la ciencia, ya que se convierte en la decimotercera mujer en recibir el Nobel de Medicina.
El jurado de la Academia Sueca ha destacado que los hallazgos de ambos premios Nobel fueron cruciales para el desarrollo de vacunas efectivas basadas en ARN mensajero durante la pandemia que comenzó a principios de 2020. Sus descubrimientos revolucionarios cambiaron fundamentalmente nuestra comprensión de cómo interactúa el ARN mensajero con nuestro sistema inmunológico, lo que aceleró de manera sin precedentes el desarrollo de vacunas en respuesta a una de las mayores amenazas para la salud humana en tiempos modernos.
Katalin Karikó enfrentó numerosos obstáculos en sus primeros años de investigación, incluso perdiendo su empleo en la universidad. «Recibía una carta de rechazo tras otra de instituciones y compañías farmacéuticas cuando les pedía financiamiento para desarrollar esta idea», comentó en una entrevista. Hoy, el mundo entero le agradece su curiosidad científica y su incansable dedicación a la causa de la salud pública.
