El director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), António Vitorino, ha emitido un comunicado en el que amenaza las oleadas de rechazo a los trabajadores migrantes y su utilización como arma política. También ha criticado la impunidad con la que los traficantes de personas siguen operando a lo largo de las principales rutas migratorias del mundo, al tiempo que ha exigido que se tomen medidas «para combatir a los que explotan a los más vulnerables».